Tras un súbito repunte hasta el 15,8% motivado por las palabras del presidente de la Fed, Jay Powell, el indice Vix que mide la volatilidad del S&P, al que dedicábamos nuestra sección hace quince días, volvió a caer el pasado viernes después de publicarse el magnífico dato de empleo de abril en EE.UU. De hecho, los futuros del Vix cerraron la semana en 14,25%, un poco por debajo del viernes anterior.
El informe de empleo permitió también recuperarse al Nasdaq, el índice representativo de las tecnológicas a las que dedicábamos nuestro Gráfico de hace siete días, que también había sufrido recortes tras las palabras de Powell y que terminó la semana subiendo un 0,22%.
No solo el Nasdaq y el Vix hicieron un viaje de "ida y vuelta" la semana pasada. También el oro y el dólar lo hicieron, como se ve en el Gráfico que adjuntamos, que refleja los vaivenes de los futuros del oro la semana pasada.
El miércoles 1 de mayo el oro cayó bruscamente cuando Powell dijo que la baja inflación en EE.UU. podía ser solo "transitoria" dejando ver que la Fed no iba a bajar los tipos de interés por el momento. El dólar subió ante esas palabras y el oro, su reverso, cayó, de forma un poco contra intuitiva, porque muchos consideran al oro una defensa contra la inflación. La explicación es que el oro es una especie de protección frente a políticas demasiado laxas de los Bancos Centrales y ante la firmeza mostrada por la Fed el oro bajó.
El viernes, por el contrario, el oro subió con fuerza después de la publicación del informe de empleo, que arrojó más empleos de los previstos en abril, a la vez que el dólar, que como hemos dicho había subido con fuerza el miércoles, recortaba posiciones. La explicación sería que la Fed realmente debería seguir subiendo tipos dada la enorme fortaleza de la economía norteamericana. Al no hacerlo, el oro sube, como activo refugio si hay inflación u otro tipo de desórdenes monetarios.
Si miramos la evolución a largo plazo del oro, su cotización marcó máximos históricos en agosto de 2011, por encima de 1.900 dólares la onza, en plena crisis del euro, y con los mercados financieros desplomándose. A partir de ahí inició un descenso hasta fines de 2015, cuando su cotización llegó a niveles cercanos a los 1.000 dólares la onza. Desde entonces el oro ha ido escalando posiciones, y se ha acercado en alguna ocasión a los 1.400 dólares la onza sin llegar por el momento a ese nivel.
El oro lleva ya varios años oscilando entre los 1.200 y los 1.300 dólares la onza, saltándose los 1.300 dólares en algunos momentos, pero volviendo luego a la banda comentada. El viernes pasado cerró en 1.280 dólares la onza.
Ante un futuro monetario incierto, pensamos que la tendencia larga del oro será básicamente alcista, y consideramos interesante mantener una posición estable de oro en las carteras, entre un 3% y un 5%.