Las bolsas europeas han caído más del 4% en lo que llevamos de mayo, en una racha bajista que no se veía desde finales de 2019. Este mal comportamiento, en parte motivado por los fuertes ascensos anteriores y en parte por la incertidumbre comercial entre EE.UU. Y China, parece reforzar la máxima bursátil de “ven en mayo y huye”. Este dicho se basa en el histórico mal comportamiento de los mercados de valores en el periodo mayo-octubre, en comparación con el de noviembre-abril.
¿Sell in May? Realmente es difícil encontrar una explicación racional a la estacionalidad del mercado que muestra en promedio un claro mejor comportamiento de mayo a octubre que de octubre a mayo. De hecho el famoso dicho de “sell in may ….” hacía referencia no tanto a la posible caída de las cotizaciones en la época estival, como a la disminución de la actividad en el mercado bursátil que los brokers de la City londinense aprovechaban para dirigir su actividad a la temporada de carreras de caballos en los hipódromos británicos que se desarrollaba entre junio y septiembre. Ahora los brokers de la City ya no se dedican a las apuestas de los hipódromos, y sin embargo existe ese sesgo estacional bastante acusado en promedio, por supuesto no todos los años se produce. El hecho de que el mercado haya llegado al mes de mayo con fuertes subidas acumuladas en los últimos meses alimenta la posibilidad de que podamos entrar en una fase de corrección/consolidación en los próximos meses.
La estacionalidad del mercado, una simple referencia para el corto plazo. Entre las aparentes ineficiencias que muestra el comportamiento del mercado encontramos diversos sesgos estacionales, entre ellos el más notable el del mejor comportamiento relativo de octubre a mayo. Obviamente esto no es algo que se produzca de una forma regular todos los años, pero en promedio existe una diferencia significativa de rentabilidad entre el período que va de octubre a mayo y el de mayo a octubre. Como se observa en el gráfico anterior este efecto estacional ha sido bastante notable en los últimos años, en los que los meses de abril y mayor han sido propicios para la formación de techos, y los de septiembre y octubre de suelos. No es desde luego un ciclo regular y predecible que en sí mismo sirva para tomar decisiones de inversión, pero puede ser una referencia más a la hora de tratar de anticipar las oscilaciones de mercado de corto plazo. En un entorno más bien lateral como el que tenemos en los últimos años, es especialmente importante anticipar los giros relevantes del mercado ya que constituyen casi la única fuente de rentabilidad. El hecho de que hayamos llegado al mes de mayo en zonas de resistencia en muchos índices y después de una subida intensa en los últimos meses aumenta la probabilidad de que podamos estar ante una pausa del mercado que cumpla una vez más con la estacionalidad negativa de los meses de verano.