"Los mercados, carentes de ideas y de recursos, salvo el fervor más allá de lo religioso por los valores tecnológicos, insisten en que el mundo se acaba en lo económico y que la geopolítica confusa, absurda y complicada por los peores líderes políticos de toda la Historia, del uno al otro confín, degradan la situación. Vuelven los tambores sobre la recesión, cuyos ecos nunca dejaron de oírse. Pero ahora retruenan por los mensajes cruzados de Trump y el resto del mundo. En lo puramente técnico, siempre plagado de errores a futuro, el indicador de recesión de EE UU hace sonar las alarmas ¿Cuántas veces van desde el otoño pasado? El rendimiento del bono de EE UU A 3 meses / 10 años se hunde a -8.3 puntos básicos, el nivel más bajo en un siglo. Y en el mismo acto, durante los primeros cuatro meses del año, los fondos que intentan mitigar el riesgo recaudaron casi $10 mil millones, llevando sus activos a un récord de $77 mil millones. Un paso más, y el mundo en lugar de apagarse se acabará ¿Y entonces para que valdrán el dinero la Bolsa, las casas y las mercaderías? Calma señores", me dice el analista jefe de un banco de inversión que me envía algunos gráficos:

Tracy Alloway‏ @tracyalloway 

Morgan Stanley ajustó la curva de rendimiento para QE y descubrió que la inversión comenzó mucho antes de lo peor de las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China, lo que sugiere que "el riesgo de recesión creciente está ocurriendo independientemente del resultado del comercio."

La recuperación de la Bolsa no impide de momento que la confianza en la economía europea siga cayendo. Sin embargo, en el pasado la recuperación de la Bolsa en un entorno de caída del sentimiento ha sido siempre un indicio positivo para el mercado y la economía.