Los inversores han pasado de preocuparse de la caída en los beneficios empresariales de las compañías de sus carteras, a la caída de los tipos a largo en los bonos del Tesoro de EE.UU. Del alto nivel de endeudamiento de los balances de estas empresas, a la inversión de la curva de tipos en muchas economías occidentales. Parece que han pasado de preocuparse de algo real y trasladable a sus inversiones, a un juego de expectativas de mercado, en las que hoy descuentan un fuerte crecimiento y mañana una recesión. ¿Tiene este sentido? No se si lo tiene, pero en mercado, realmente en toda la vida, un 10% es realidad y un 90% percepción de la realidad.
Hay un hecho constatable: Los tipos a largo en EE.UU. están anticipando recesión o fuerte contracción económica, y que evidentemente eso debe preocupar a los inversores. Nicolás López de M&G A.V. lo explica así: La caída de la rentabilidad de los bonos en EEUU puede interpretarse en términos de pesimismo respecto al crecimiento de la economía en próximos trimestres. El hecho de que la tasa a 10 años (2,15%) esté significativamente por debajo de la tasa de la Fed (2,50%) es una señal de alarma de que la economía puede estar a las puertas de una desaceleración significativa o incluso una recesión. Si la Reserva Federal valora este riesgo es probable que en próximos meses empiece a bajar los tipos de interés para evitar un excesivo deterioro de la economía.
En la medida en que los mercados confíen en que esas rebajas van a contribuir a prolongar la fase expansiva de la economía, la situación de la curva debería tender a normalizarse con un repunte de los tipos a largo plazo por encima de los de corto. Un ejemplo de esta situación lo tuvimos en 1995 y 1998. En ambos años cuando la curva estaba a punto de invertirse la Fed bajó los tipos de interés y la pendiente de la curva volvió a ampliarse. La Bolsa mantuvo un fuerte ciclo alcista en esos años y la economía siguió creciendo hasta el año 2000.
El año 2000 y el año 2006, por el contrario, fueron ejemplos en que las rebajas de tipos de la Fed no sirvieron para normalizar la situación. En esos años la Fed tardó en bajar los tipos y la inversión de la curva se mantuvo durante bastantes meses. Cuando finalmente la Fed empezó a bajar los tipos la economía ya mostraba claros síntomas de debilidad y la recesión fue inevitable. Afortunadamente la Fed tiene bastante margen para bajar los tipos de interés por lo que creemos que unas eventuales rebajas serían recibidas positivamente por el mercado.
La Reserva Federal debería actuar pronto rebajando los tipos. La continua caída de la rentabilidad de los bonos es una señal del mercado para que lo haga.