La rentabilidad de los bonos de los principales países ascendió con relativa fuerza a finales de 2013, con el rendimiento del bono EEUU a 10 años superando el 3,00% (ver gráfico 1. Vía Matthew Boesler, BI). Pero el débil dato de empleo estadounidense del pasado viernes provocó una caída generalizada de las rentabilidades y están ahora cerca de los niveles previos al repunte de finales 2013.
La semana pasada, antes del informe de empleo de EEUU, se publicó el Índice de Sorpresas Económica de Citi, que monitoriza el dato real frente a las previsiones del mercado, y pudimos ver como ascendía a su nivel más alto en casi dos años. Una lectura eleva de este indicador sugiere que la economía se está comportando mejor de lo esperado y un dato bajo lo contrario.
Durante los últimos meses (como podemos observar en el gráfico 2. Adjunto) hemos asistido a sorpresas positivas continuas provenientes de Estados Unidos. Esto también tiene que ver con las bajas expectativas de mejora económica a corto plazo que esperaba el mercado tras el cierre del gobierno.
Sin embargo, y en general, cuando el Índice de Sorpresas Económicas alcanza un cierto nivel, tiende a girarse. ¿Por qué sucede esto? Probablemente porque los economistas, a la luz de la nueva información, incorporan los datos mejores de lo esperado en sus previsiones para los datos del mes siguiente, lo que tiende a reducir la brecha entre las expectativas y la realidad, haciendo que el índice caiga.
Funciona de la misma manera para los participantes del mercado, y los estrategas están empezando a advertir que la rentabilidad de los bonos EEUU podría continuar durante más tiempo a medida que los inversores compran más renta fija.
Puede que ahora resulte más difícil que los datos superen las estimaciones y la pregunta clave es si los malos datos macroeconómicos en Estados Unidos volverán a ser "buenos" para las acciones o los inversores volverán a la realidad económica.
En Europa, la situación parece más clara ya que, con los inversores ávidos de una recuperación económica, un giro en el índice provocaría una corrección relativamente severa tras el fuerte rally de las últimas semanas.
Fuentes: Matthew Boesler, BI