Con el término "ballena" se conoce en el mercado a aquel gran inversor que de forma oculta acumula posiciones de importancia en un activo. Alguien con tal poder de compra que puede condicionar la evolución de los precios, y que prefiere mantenerse de forma anónima para que no se disparen los precios antes de que finalice su orden de compra. Bien, pues parece que existe una "ballena financiera" en el mercado de la plata, o al menos así lo cree el especialista Guillermo Barba. Veamos:
Unos movimientos inusitados en el mercado de futuros de la plata hacen pensar que un comprador muy grande está acumulando metal en grandes cantidades, pero sigilosamente, para no poner en alerta al resto de los participantes hasta que sea muy tarde.
En el mercado de Bitcoin se suele llamar a este tipo de participantes “ballenas” por la gran cantidad de criptomonedas que poseen, hablamos de cientos de miles de bitcoins que ellas mueven, generalmente de manera encubierta y estratégicamente bajo un acuerdo especial con las casas de intercambio de criptos y fuera de la vista de los “peces pequeños.” Nobuaki Kobayashi es conocido como “La Ballena de Tokio” por la gran cantidad de bitcoins que maneja. Este personaje es responsable del fideicomiso que liquida criptomonedas en nombre de la desaparecida Mt. Gox, que en 2014 sufrió un robo de estos activos digitales y está pagando a las personas defraudadas.
Pero las ‘ballenas’ también pueden ser fondos de cobertura e inversión (¿y quizá bancos centrales?) que se mueven en secreto por el mercado para acumular más criptos y mover el mercado a su conveniencia.
Pues bien, podríamos estar frente a una gran ballena en el mercado de la plata pero pocos se dan cuenta. Uno de ellos que lo ha notado es Alasdair Macleod, jefe de investigación de Goldmoney, quien da cuenta de estos indicios en un extenso artículo publicado el 11 de julio.
El experto relata que en el mercado de metales del Comex (Commodity Exchange), los cuatro traders más grandes, que suelen ser bancos de lingotes (bullion Banks) y mineras que cubren producción futura, casi siempre tienen posiciones cortas (bajistas) frente a las largas (alcistas) de LOS especuladores. Es decir, su técnica es estar a corto plazo y vender porque piensan que el precio del metal puede bajar próximamente. Sin embargo, la posición larga y concentración de contratos de futuros de estos cuatro grandes traders está en récords históricos.
¿Qué significa esto? Un comportamiento anormal de los grupos que participan en el mercado, pues actúan bajo sus propias motivaciones. Lo productores cubren futuras entregas, los bancos de lingotes crean mercado, mientras que los especuladores asumen el riesgo al prolongar su posición.
La teoría de Alasdair Macleod es que un comprador de gran tamaño e interés en la plata empezó a posicionarse desde hace algún tiempo, específicamente, desde marzo de 2017 y la ballena tendría hasta más de 20,000 toneladas de metal, equivalentes al 28% de la producción mundial de plata en 2018.
“En el contexto del mercado de futuros de plata es enorme. Pero parece poco probable que sea un intento de acaparar el mercado de la plata, porque las bóvedas registradas por Comex tienen aproximadamente 9,500 toneladas de lingotes de plata y las bóvedas de la Asociación del Mercado de Lingotes de Londres (London Bullion Market, LBMA) tenían 36,195 toneladas a finales de marzo. En otras palabras, solo en estos dos sistemas hay 1.66 veces el suministro anual de minas”, explica Maleod.
Por proceso de eliminación, la ballena parece ser una entidad comercial, que utiliza plata para fines de fabricación y compra continuamente el metal. Tendría sentido que un comprador así quisiera protegerse contra futuros aumentos de precios al ir a largo plazo.
Siendo este el caso, sería una organización gigante, más grande que cualquier procesador individual. Y el analista concluye que hay solo una entidad con esa capacidad: probablemente sea el Banco Popular de China, la institución estatal encargada de administrar toda la distribución de plata a la nación asiática.
Hay varias razones para pensar que el banco central chino está detrás de esta posición. Por ejemplo, todas las compras de plata importada a China son responsabilidad del Banco Popular de China y, en esta ocasión, habría obtenido ayuda de JP Morgan y de Glencore, una de las productoras de materias primas más grandes del mundo, para mantener las operaciones en confidencialidad.
“En lugar de vender futuros para deprimir el precio, nuestra ballena de mercado parece haberse convertido en compradora, para cubrir las importaciones anuales de plata de China, el equivalente a unos 43,000 contratos en el mercado Comex. Claramente, la nueva estrategia es protegerse contra el aumento de los precios en lugar de suprimir el precio de la plata”, agrega Macleod.
Recordemos que la demanda futura de plata será sostenida principalmente por el dragón asiático, hambriento de este metal para diversos usos industriales, como electricidad, electrónica, dispositivos móviles, baterías para autos eléctricos, celdas solares y, en menor medida, para joyería e inversión física.
De este modo, ahora estaría cubriendo aproximadamente un año de importaciones de plata contra futuros aumentos de precios. Habiendo señalado que la entidad pasó a la acumulación de futuros en marzo de 2017, es evidente que, gracias a las habilidades de negociación de JPMorgan, nadie estaba al tanto del cambio en la estrategia de precios del banco central.
Hace dos años, la perspectiva de crecimiento económico mundial era mucho más optimista que ahora, lo que habría llevado a un incremento del precio de la plata. Esta era una razón de peso para cambiar la maniobra y asegurar los precios de la plata mediante la compra de futuros para cubrir futuros envíos.
Más recientemente, China ha comenzado a declarar adiciones mensuales de reservas monetarias de oro, una tendencia liderada por Rusia y copiada por otros bancos centrales de Europa del Este.
“Será interesante ver si este movimiento, combinado con el aumento de las reservas de oro de China, resulta en un salto significativo en el precio de la plata. Si la ballena plateada es China, entonces es razonable suponer que con sus acciones espera que los precios en dólares del oro, y por lo tanto de la plata, continúen subiendo con el tiempo. Una ventaja de tomar una posición de plata es que, si las cosas se ponen difíciles en el mercado del oro, China no estará implicada en lo que respecta a los futuros de Comex”, comenta el autor del artículo.
Toda esta historia nos deja una enseñanza: China se está cubriendo con oro y plata y muy pocos se están dando cuenta de ello.
Además, Alasdair Macleod resalta lo que todos sabemos, que el precio de la plata es más volátil que el oro, y que si el metal áureo sube 11%, la plata podría subir hasta 22%. Si y cuando la plata suba, los participantes del mercado descubrirán amargamente que el mayor demandante ya está cubierto. Por eso existen las ballenas en los mercados financieros que llevan a cabo su estrategia para anticiparse a lo que otros aún no ven.
El mensaje final de todo esto es: probablemente sea China la “gran ballena de la plata” pero, sea o no, no tiene importancia. Lo que destaca es que un jugador gigante está anticipando que la plata seguirá subiendo de precio cuando MENOS, en 2019 y 2020 de manera consistente.