Me gusta viajar. Es algo que ya he comentado en estas páginas en otras ocasiones. Siempre que tengo la oportunidad cojo una mochila, y elijo un país para perderme el tiempo del que disponga. Este verano estuve en Jordania e Israel. Durante este viaje pasé unos días en el desierto de Wadi Rum, uno de los paisajes más bellos que he visto en mi vida, practicando la meditación. En las horas previas al ocaso, antes no se podía por el calor, y en las primeras horas de la mañana, subía una montaña que había cerca del campamento donde dormía, y empezaba a meditar en un escenario de absoluta quietud. Una gran experiencia.
Ustedes se preguntarán porque les he contado esto. Bien, pues porque como también he señalado en otras ocasiones, la calma mental es indispensable para abordar los mercados financieros con probabilidad de éxito en el largo plazo. Así lo afirma la Guía de Meditación para Profesionales de la Inversión, del especialista Jason Voss, que nos da las claves de por qué es tan importante la meditación para los inversores profesionales. Veamos:
¿Por qué la meditación es importante para los inversores?
La meditación es una práctica mental que ayuda a desarrollar dos habilidades que son fundamentales para los inversores:
- Metacognición: La conciencia de la conciencia misma.
- Control de arriba hacia abajo: Elegir qué pensar y cuándo pensarlo.
¿Por qué necesitamos estas habilidades? Porque como inversores debemos ver el mundo por lo que es, no por lo que preferimos que fuera. Metacognición es ver el mundo por lo que es. Evitar sesgos, preferencias y prejuicios significa controlar nuestras respuestas a los estímulos del mundo.
Por qué la meditación puede ser desalentadora
Si te sumerges en la meditación, estarás inmerso en una avalancha de información sobre el tema. ¿Por qué? Porque muchas tradiciones de la meditación tienen sus raíces en las prácticas de millares de años. Hay un exceso de información que puede resultar desalentadora para el principiante.
Consejos para la meditación
Práctica: Como con cualquier cosa en la vida, no hay sustituto para la práctica rutinaria. La mayoría de los meditadores recomiendan practicar diariamente durante más de 10 minutos seguidos. Algunos sugieren que usted medite dos veces cada día, una en la mañana y otra vez antes de ir a la cama.
Sea Paciente: Debido a que la meditación tiene como objetivo ayudarle a controlar lo que piensa y cómo lo piensa, los principiantes a menudo se sienten frustrados cuando no pueden "hacerlo bien". Según una investigación exhaustiva, el 57,5% de las personas tienen dificultad para concentrarse y el 89% divaga incluso cuando no hay ninguna distracción. Esto debería reconfortarle por dos motivos:
- Usted no está solo: Muchas personas encuentran difíciles las exigencias de la meditación.
- La meditación es un antídoto poderoso para una mente errante.
Siéntase cómodo: La incomodidad física es una distracción que puede diluir la potencia de su meditación. Así que asegúrese de estar cómodo. Muchos creen que sólo se debe meditar en una postura de meditación dogmática. Otros meditadores recomiendan sentarse en una silla cómoda o en un sofá. Otros sugieren acostarse teniendo cuidado en no dormirse. Algunas actividades de meditación tradicional tienen un equivalente de movimiento, por lo que puede meditar mientras camina, nada, corre o monta en bicicleta.
Un espacio tranquilo ayuda: Cuanto menos distracciones la meditación será mejor y más fácil. Practique en un lugar tranquilo donde las distracciones sean mínimas.
No se fije metas: Mucho de la meditación es reducir nuestro apego mental a las distracciones diarias de modo que podamos recuperar nuestra capacidad de elegir cómo y qué pensar y restaurar nuestra conciencia. Introducir metas en una práctica de meditación derrota el propósito de dejarse ir. Esto puede resultarnos difícil porque gran parte de lo que hacemos está orientado a la consecución de objetivos. Usted progresará más rápido si deja las metas atrás.
Obtenga ayuda: La instrucción cualificada puede mejorar su meditación, aunque encontrar un buen maestro no siempre es fácil.