Tras lo que la semana pasada llamábamos una "tormenta en un vaso de agua", es decir, la fuerte subida del precio del petróleo provocada por el ataque con drones a unas instalaciones petrolíferas en Arabia Saudí, el futuro del crudo ha seguido estabilizando su precio hasta cerrar el pasado viernes en 56,18 dólares por barril. Nos reiteramos en la idea de ir tomando posiciones largas si el precio se acerca a los 50 dólares / barril en las próximas semanas.
Pero no solo el precio del petróleo ha recortado la semana pasada. En general las Bolsas han experimentado caídas estos últimos días, caídas que han sido mayores precisamente en el sector que ha liderado las alzas estos tres últimos años, las tecnológicas. El Nasdaq ha bajado a la semana pasada un 2,2%, más del doble que el S&P, y en septiembre, a falta de una sesión para finalizar el mes, el Nasdaq sube el 1,4%, menos de la mitad del 3,4% que gana el S&P.
Pero lo más llamativo es el poco éxito o, más bien, el rotundo fracaso, de las nuevas tecnológicas que están saliendo a cotizar en Bolsa. Hablamos de empresas con un enorme "glamour" y que han salido a Bolsa (o intentado salir) en medio de una gran expectación, tras haber revolucionado por completo sus respectivos sectores.
Uber (cuyo gráfico de los últimos tres meses adjuntamos) no ha hecho más que deslizarse a la baja desde que debutó en el parqué el pasado mayo, y pierde ya el 30% desde su estreno, y su gran competidora Lyft, que salió a cotizar en marzo pierde un 42% desde el inicio en Bolsa. Incluso Beyond Meat, la compañía de las hamburguesas "verdes", que inicialmente fascinó a Wall Street, ha sufrido en agosto y septiembre una caída desde los máximos de fin de julio de 235 dólares por acción hasta los 151,5 de cierre del pasado viernes.
El caso de WeWork es peor ya que no pudo ni siquiera estrenarse en Bolsa, pese a haber rebajado el precio de salida a menos de la mitad de lo pagado por inversores privados en su última ronda de financiación. Su atribulado CEO, Adam Newman, ha cesado en sus funciones dejando una estela de actuaciones muy dudosas desde la perspectiva del buen gobierno corporativo.
Esta última semana se ha estrenado en Bolsa Peloton Interactive, una compañía de bici-cletas para spinning, con un modelo muy tecnológico, que se colocó a 29 dólares por acción y en solo dos días de cotización ha bajado a los 25,24 dólares a los que cerró el viernes. Otra firma, Endeavor Group, agencia de artistas de Hollywood en versión muy tecnológica, canceló a última hora el pasado viernes su salida a Bolsa. ¿Qué está pasando? La respuesta más sencilla es que las tecnológicas se habían sobre valorado, igual que pasó con las punto com los años 1.999 y 2.000. Seguramente la exageración no ha sido tan grande ahora como lo fue entonces, pero todo apunta a que ha habido cuando menso algo de "hype" también esta vez. Basta considerar que las compañías mencionadas acumulan pérdidas año tras año y sin embargo capitalizan, incluso después de las caídas, muchos miles de millones de dólares.
Es pronto para saber si estamos en el inicio de una corrección del sector que ha sido líder indiscutible de la subida de las Bolsas americanas estos últimos años, y desde luego no hay que menospreciar la enorme creatividad e innovación de las compañías tecnológicas. Esa innovación es la fuente de su valor, que a largo plazo seguirá subiendo. Pero, a corto plazo, y a la vista de casos como el de WeWork, seríamos enormemente selectivos y cautelosos a la hora de invertir en estas compañías, y miraríamos mucho el precio y los números.