"Muchas veces hemos hablado del imperio o ‘paradigma’ del dólar y sus repercusiones en el mundo, lo que está incrementando el rechazo de esta divisa alrededor del orbe y hasta el reconocimiento de algunas autoridades monetarias de que el billete verde se ha vuelto un problema para el sistema financiero global", comenta el especialista del mercado de divisas Guillermo Barba, y añade: Sin embargo, vemos que la demanda del dólar sigue creciendo, su cotización sube y es considerado en todos lados como un activo de seguridad y cobertura. Entonces, el argumento de una eventual caída del dólar podría quedarse en solamente una ‘teoría conspirativa’, pero hay una razón por la que el dólar se niega a morir como moneda de reserva mundial.
David Beckworth, un investigador en Mercatus Center y ex economista del Departamento del Tesoro de EU, explica en un interesante podcast de Bloomberg la paradoja del billete verde.
“Como el dólar es el ‘fabricante’ más grande de activos seguros (como los bonos del Tesoro), el billete tiende a ser sobrevaluado, eso significa mayores déficits comerciales y déficits de presupuesto. Somos un gran ‘exportador’ de deuda, pero esto es dañino para la competitividad de otras industrias locales, como la manufacturera”, dice el economista en el podcast conducido por Joe Weisenthal y Tracy Alloway.
Es irónico que este insaciable apetito por los activos financieros estadounidenses hace que el dólar suba, mientras que la economía norteamericana se estanca.
Y esto se acentúa en cada crisis económica, cuando más inversionistas demandan más activos respaldados en dólares.
Entonces, ¿cómo detener este círculo vicioso?
“Para ser honesto, no sé si es posible”, admite el ex economista del gobierno. “Es muy difícil encontrar una divisa rival que pueda ofrecer el tipo de activos financieros que ya tiene Estados Unidos. No veo una forma fácil de romper con esto, la última vez que pasó esto fue cuando el dólar sobrepasó el poder de la libra”.
Y recordemos que el Reino Unido estaba perdiendo su poderío como imperio tras la Segunda Guerra Mundial.
Beckworth sugiere que un intercambio de divisas entre bancos centrales, llamados “swipe lines”, podrían ayudar a reducir la dominancia del dólar en el sistema financiero mundial, aunque reconoce que la constante demanda como el gran reto.
Muchos hablan de cómo la dominancia del dólar se ha convertido un problema en el sistema financiero global, y uno de los críticos más notorios ha sido el gobernador del Banco de Inglaterra, Mark Carney, que inclusive aplaudió el proyecto de moneda digital “Libra” de Facebook (al cual Washington se opone ferozmente) e incluso propuso que un activo digital respaldado por varias divisas puede sustituir al billete verde como moneda de comercio mundial.
Es muy difícil acabar con el ciclo del dólar, pero al menos algunos tomadores de decisiones están empezando a hablar del gran elefante en la habitación y el problema que supone para la economía mundial.
No esperemos, entonces, que pronto llegue el fin de la hegemonía de esta divisa, que ha sido creada a voluntad de los políticos en las últimas décadas después de abandonar el patrón oro.
Pero tampoco descartemos que un gran suceso provoque una disrupción que acelere su caída, una nueva criptomoneda, el regreso del oro, en fin. El futuro en materia monetaria, nunca está predeterminado. Lo único cierto, eso sí, es que tarde o temprano como el ciclo de la vida misma, las divisas de papel, sin respaldo, terminan por morir acercándose a su verdadero valor: cero.