Es fundamental culminar la Unión Bancaria, para lo que resta incorporar el tercer pilar previsto en su origen, un fondo único de garantía de depósitos (EDIS).

El EDIS será fundamental para afianzar el Mercado Único Europeo, reforzando la estabilidad financiera de todos los Estados miembros de la UE, potenciando los flujos de capitales transfronterizos y contribuiría a romper el vínculo entre los bancos y las finanzas públicas.

Pero, especialmente, el EDIS facilita que los ahorradores puedan elegir el banco que quieran de toda Europa con la tranquilidad de que su dinero está protegido, no dependiendo por tanto su elección del país. Se reforzaría de esta forma la competencia a nivel europeo, algo que caracteriza a la actuación de los bancos que siempre sacan lo mejor en entornos de competencia y naturalmente en igualdad de condiciones.

Los bancos europeos mantienen un elevado dinamismo en la reducción de los riesgos derivados de activos improductivos, especialmente los bancos españoles, porque es necesario para reforzar su balance y solvencia, aumentando con ello su capacidad en la financiación de las familias y empresas.

Según los datos de la EBA, el 66,7 % del activo de los bancos españoles son préstamos, más de cinco puntos por encima de la media europea.