El Banco Central Europeo publicó a finales de noviembre los resultados de la última encuesta a pymes referida al periodo de abril a septiembre.
¿Qué tipo de preguntas hay en la encuesta? Su situación económica y financiera, sus necesidades de financiación externa y las condiciones en que han obtenido o no dicha financiación.
El principal problema con el que se han encontrado en el periodo analizado las pymes en Europa ha sido la falta de personal cualificado. En España la principal dificultad que reconocen es encontrar clientes.
En el caso de las pymes españolas se mantiene una mejora en ventas, pero con un porcentaje neto menor que en la encuesta previa. Y admiten mayores costes, tanto laborales como de otro tipo. La consecuencia de esta evolución fue una mayor proporción de empresas que reconocen que empeoró el resultado. La financiación no fue un problema.
La proporción de pymes españolas que solicitaron préstamos volvió a crecer, con un nivel ya por encima de la registrada en la unión monetaria. También siguió mejorando el acceso a la financiación bancaria, aunque a un ritmo menor algo menor.
El porcentaje de pymes cuyas peticiones de financiación fueron rechazadas se redujo ligeramente en un punto hasta situarse en el 4 %, inferior al 6 % en Europa.
Las compañías europeas reconocen que los bancos son su principal fuente de financiación. En España los préstamos bancarios suponen el 70 % de las necesidades de financiación externa de las pymes. De la encuesta publicada resulta también importante el hecho de que se reconozca que hay más oferta que demanda de financiación.
Las condiciones y el acceso a la financiación son la condición necesaria para el crecimiento. Algo que ya está ocurriendo. Pero la condición suficiente descansa en modular y combinar las medidas monetarias expansivas con reformas estructurales y una política fiscal adaptada a la situación de cada país.