Un gráfico demoledor y una advertencia muy seria, para retenerla: "la liquidez, la facilidad con que los vendedores pueden encontrar compradores y los compradores pueden encontrar vendedores, ha ido en declive. Eso puede significar mayores costos y precios más volátiles''. (Vía WSJ). Las advertencias aumentan, los miedos también. “Liquidity is the new leverage” (La liquidez es el nuevo apalancamiento) según manifestaciones del jefe de Global Credit Strategy de Goldman Sachs, Charles Himmelberg , en el pasado otoño. Señalaba, que históricamente, el apalancamiento "es la yesca que convierte un fuego financiero en un infierno". Sin embargo, desde el choque súbito de febrero de hace un año, Himmelberg ha hecho sonar una y otra vez la alarma de que la transformación algorítmica de los mercados significa que la liquidez, no el apalancamiento, debería ser la preocupación preeminente y catalítica.
En una nota del paado otoño, el gurú cuantitativo de J.P. Morgan, Marko Kolanovic, que ha advertido repetidamente sobre una "gran crisis de liquidez", resumió la dinámica que teme: "Una serie de estrategias sistemáticas tienen la capacidad de exacerbar movimientos al reforzar las tendencias de los precios. A medida que aumenta la volatilidad, la venta de tales estrategias tiende a generar flujos unidireccionales en productos de índice como futuros y ETF ... Esos descensos a su vez causan que la liquidez del mercado se agote ... Hay menos jugadores tradicionales dispuestos y capaces de intervenir para desacelerar movimiento de la calle. Los inversores de valor, por ejemplo, se han visto afectados por más de una década de bajo rendimiento y pueden tener menos capacidad para mitigar una venta masiva "...
Y según Mauldin Economics, los requisitos de Dodd-Frank han reducido las principales capacidades de creación de mercado bancario hasta en un 90 %. En términos más anecdóticos, el presidente de Goldman Sachs, David Solomon, dijo a The FT que el banco solía tener 500 personas dedicadas a hacer mercados en acciones y ahora solo tiene tres. Una dinámica similar es evidente en el mercado de bonos. En un documento publicado en octubre, "Reserva de Liquidez para Clientes: Implicaciones para los Costos de Transacción de Bonos Corporativos", la Junta de la Reserva Federal concluyó: "Entre los comercios donde los clientes exigen liquidez", donde los distribuidores no solo hacen corresponder a los clientes, sino que brindan inmediatez "encontramos que estos clientes pagan diferenciales entre 35 % y 50 % más altos que antes de la crisis"...