Amadeus, el valor por el que apostábamos la semana pasada, ha subido más de un 20% en la semana, haciendo así buena nuestra recomendación de compra de hace siete días.
Esa subida se enmarca en un buen tono general de todas las Bolsas, al calor del nuevo plan de ayuda financiera que anunció la Fed el pasado jueves, plan que había sido precedido por algunas iniciativas de diversos Bancos Centrales, como el de Inglaterra.
El petróleo, sin embargo, no ha compartido en esta ocasión el optimismo de las Bolsas. Tras un inicio de semana prometedor, con subidas del 15% en la noche asiática, al haber dicho Trump el domingo por la tarde que Rusia y Arabia Saudí iban a alcanzar un acuerdo para recortar la producción, la cotización del crudo entró a lo largo de la semana en una auténtica montaña rusa, con fuertes subidas y bajadas, al son de las filtraciones que iban llegando sobre las conversaciones en el seno de la OPEP.
Todavía en la misma sesión del jueves 9 el precio subió abruptamente al filtrarse que el recorte acordado iba a ser de 20 millones de barriles diarios, pero luego resultó que la reducción acordada se limitaba a 10 millones de barriles, y la cotización se volvió a desplomar perdiendo todo lo ganado y cerrando los futuros del crudo ligero (WTI) en 22,76 dólares, tras una caída de más del 7% en el día.
Esa reacción a la baja de los futuros el pasado jueves ante un recorte de 10 millones de barriles al día, que es histórico ya que nunca antes se había acordado una reducción de ese calibre, pone de manifiesto la gran desorientación que hay respecto a cuales vayan a ser las consecuencias últimas de la crisis del Covid-19 sobre el crecimiento económico futuro.
Dicho de otra forma, si pensamos que puede haber una recuperación económica en V una vez pase la pandemia, lo normal sería que el recorte acordado el jueves hubiese catapultado el precio del WTI por encima de los 30 dólares.
El petróleo ha sido, desde su abrupta caída en la madrugada asiática del lunes 16 de marzo, que precedió a la semana trágica de las Bolsas mundiales, un indicador adelantado de los movimientos bursátiles, en gran medida porque es considerado como un "proxy" del crecimiento económico global. En ese sentido, lo que refleja el gráfico de los movimientos semanales del petróleo que adjuntamos es una la enorme incertidumbre existente sobre el futuro de la economía.
Hace un mes, en nuestro Gráfico semanal del 9 de marzo, planteábamos el nivel de compra en 30 dólares, en un momento en el que la crisis del coronavirus no había mostrado aún su peor cara. Hoy, tras intuir escenarios que podrían llegar a ser realmente mucho peores de lo que podíamos pensar, lo que podemos decir es que en el petróleo, como en otros activos, hay que bajar las bandas de valoración que venían siendo válidas en el mundo "precoronavirus".
Si antes del Covid-19 hablábamos de la banda 40/60 dólares como zona de fluctuación previsible, hoy probablemente deberíamos ser más cautelosos y bajar esa banda a una zona entre los 20 y los 40 dólares, al menos en los próximos meses.