Durante estos últimos días, la mayoría de las principales divisas se han movido en rangos relativamente ajustados -teniendo en cuenta los niveles de las últimas semanas-. Las grandes excepciones han sido aquellas sujetas a los precios del petróleo, como la corona noruega, el peso mexicano y el peso colombiano, que cayeron bruscamente como consecuencia del caos en el mercado petrolero -que terminó, en general, con los precios del crudo mucho más bajos-. En otros países, la percepción generalmente negativa de los activos de riesgo ha resultado favorable para el dólar estadounidense, que subió frente a la mayoría de sus pares.
Los bancos centrales volverán a ser el punto clave esta semana. La Reserva Federal se reunirá el miércoles, y el BCE el jueves. Dada la enérgica respuesta que ya ha dado la Reserva Federal con el anuncio de varios programas de estímulo y apoyo económico, no se esperan grandes anuncios en su reunión. En cuanto al BCE, esperamos ver una ampliación de los programas existentes, concretamente del programa de compra de activos PEPP anunciado al principio de la crisis, para aumentar su capacidad hasta el punto en el que pueda absorber todas las emisiones de los países periféricos hasta, por lo menos, finales de 2020.
GBP
Los datos de Reino Unido, como era de esperar, no han sido positivos -a excepción de las solicitudes de desempleo de marzo, obviadas por no reflejar el incremento de los despidos de finales de mes-. La vuelta a la posibilidad de un Brexit duro no ha tenido un impacto positivo en la libra esterlina, que tuvo el segundo peor desempeño entre las monedas del G10. Esta semana, los datos de Reino Unido serán escasos y esperamos que la libra cotice básicamente en función de las noticias de otras regiones.
EUR
Los mercados parecen haberse quedado ligeramente decepcionados por el paquete de ayudas de la UE a los países más afectados por la pandemia, aunque nosotros tenemos una visión más positiva. Entre los 540.000 millones de euros acordados la semana pasada y el arsenal de medidas ya existentes -más concretamente el PEPP por valor de 750.000 millones de euros-, hay capacidad más que suficiente para que los estados miembros puedan hacer frente a su déficit y financiar la respuesta a la crisis y su posterior recuperación. Es probable que el BCE aumente la dotación del PEPP en la reunión del próximo jueves, que, en caso de ser así, debería aliviar a los mercados y ayudar al euro en las próximas semanas.
USD
El dólar estadounidense ha resistido bastante bien a los continuos malos datos económicos. El número de solicitudes de desempleo mostró la semana pasada la pérdida de otros 4,4 millones de puestos de trabajo, reforzando nuestra teoría de que el confinamiento, dado el modelo laboral estadounidense, va a afectar en mayor medida su economía que en el caso europeo. Es probable que la tasa de desempleo real en EE.UU. esté ahora cerca del 20% -con un ritmo de crecimiento más rápido que en otros países-. La Reserva Federal ya ha sido muy enérgica en la puesta en marcha de programas de apoyo a la economía, por lo que no se esperan grandes anuncios en la reunión del próximo miércoles.