Mucho se ha filosofado sobre la esencia verdadera del ser humano. Somos buenos o malos por naturaleza. ¿El hombre es un lobo para el hombre? Yo creo que no, y esto se demuestra cuando nos enfrentamos a las catástrofes y a las pandemias. Esos eventos extremos sacan lo mejor de nosotros, no lo peor. Como reflexionaba hace poco el divulgador Eric Barker: "Hasta ahora, 2020 parece haber sido una especie de error clerical cósmico. En todo el mundo la gente se enferma, todos tienen miedo y la economía, bueno ....En los Estados Unidos, algunos malos actores están explotando protestas pacíficas de noble intención de saquear y causar caos. Los tiempos son difíciles así que, por supuesto, la gente se volverá cruel y egoísta...O tal vez no .

En 2005, el huracán Katrina azotó los Estados Unidos y el 80% de Nueva Orleans se inundó. Literalmente, 90,000 millas cuadradas fueron declaradas área de desastre. Por supuesto, las noticias estaban saturadas de historias de asesinatos generalizados, violaciones y pandillas enloquecidas.

Pero después de una investigación posterior, resultó que la mayoría de esas historias eran falsas. Solo rumor y sensacionalismo mediático.

Sí, había pandillas, pero ¿qué hacían? Una mujer, Denise Moore, contó su experiencia.

“[Los miembros de la pandilla] se reunieron, descubrieron quién tenía armas y decidieron que se asegurarían de que no se violara a ninguna mujer ... Ellos fueron quienes les dieron zumo a los bebés. Ellos fueron los que compraron ropa para las personas que habían caminado por el agua. Ellos fueron los que alimentaron a los viejos, porque eso fue lo que más conmovió a los muchachos, los gángsters, la difícil situación de los viejos...Estábamos atrapados como animales, pero vi la humanidad más grande que había visto en lo más improbable lugares".

Los cínicos dirán que esto es solo el recuerdo de una persona. La excepción a la regla ...

En realidad no. Esa no es la excepción, esa es la regla. Al observar la investigación, vemos que durante los desastres, el altruismo es la regla. El egoísmo es la excepción.

Los estudios de personas en situaciones urgentemente aterradoras han demostrado que "en lugar de una competencia despiadada, el orden social no se desmoronó", y que predominaba el "comportamiento cooperativo en lugar del egoísta". "

Tanto es así que durante un desastre, hay más personas que se dirigen hacia él para ayudar en lugar de huir.

Charles Fritz identificó el fenómeno de la convergencia en 1957 y escribió: "El movimiento hacia el área del desastre generalmente es tanto cuantitativa como cualitativamente más significativo que el vuelo o la evacuación de la escena de destrucción..."

Muchos temen que en el desastre nos convertimos en algo diferente de lo que normalmente somos: indefensos o bestiales y salvajes en los mitos más comunes, o que eso es lo que realmente somos cuando la superestructura de la sociedad se desmorona. Seguimos siendo nosotros mismos en su mayor parte, pero tenemos la libertad de actuar, la mayoría de las veces mostrando, no lo peor, sino lo mejor de nosotros. Las rutinas y rutinas de la vida ordinaria esconden más belleza que brutalidad.

Sí, las cosas están mal. Pero no debería hacernos temer que la naturaleza humana sea mala o que nuestros problemas no puedan superarse.

A largo plazo, la amabilidad y la cooperación son a menudo las favoritas, incluso en los peores momentos. Por lo tanto, hay buenas razones para tener esperanza en este momento de necesidad.

Lacartadelabolsa