Que la decisión de Bernanke y sus secuaces ha generado un movimiento tectónico que ha sacudido los mercados financieros, es algo que no hace falta afirmar. Basta con mirar la respuesta alcista de bonos, metales y bolsas y la reacción bajista del dólar.

En cualquier caso, la enésima manipulación del Banco Central norteamericano nos pilla en el lado correcto de la especulación, el largo. Con la subida de ayer, el beneficio de la posición en el S&P 500 es del 4,35%; en aquéllos que hayan empelado instrumentos de inversión apalancados, el beneficio será mayor.

Por otro lado, no deja de maravillarme que la onda sinusoidal aventuró que el techo teórico (TT) del ciclo iba a demorarse con respecto de la previsión inicial, es decir, que la fase ascendente del ciclo podía prolongarse más allá de lo inicialmente previsto. Este cambio ejecutado por la onda ocurrió un día antes de que la Fed dictara sentencia. No puede pedirse más precisión.

La sesión de ayer, que lógicamente cursó con clímax alcista, condujo al precio hasta el objetivo de subida situado entre 1.719,45 y 1.732,41. A todo esto, se ha generado un nuevo objetivo, que se localiza entre 1.768,73 y 1.796,65.

Pese a la fulgurante subida de ayer, la divergencia bajista del indicador de momento permanece; no obstante, resulta concebible que esa divergencia desaparezca en los próximos días.

Entretanto, para activar una señal de la posible conclusión de la fase ascendente del ciclo, el precio debe romper a la baja la nueva línea horizontal situada en 1.697,73.

McClellan y Línea Avance-Descenso
Comentaba en el informe de ayer que, antes de que el S&P 500 se tomase un respiro, nada impedía que la sobrecompra registrada por el McClellan en la jornada del martes aumentara en los próximos días. Dicho y hecho: la sobrecompra alcanzada ayer por el McClellan es de órdago.

Llegados a este punto, el patrón habitual se resume en que el S&P 500 debería darse un descanso durante los próximos días, desarrollando bien un movimiento lateral o bien una pequeña corrección que permitiese al McClellan salir de su situación de sobrecompra. Acto seguido, el precio tendría que desplegar un nuevo tramo alcista que le llevase a formar máximos crecientes que no serían corroborados por el McClellan. En buena lógica, esa divergencia bajista debería convertirse en la antesala del techo del ciclo de 40 días.

Por otro lado, la Línea Avance -Descenso diaria está a punto de desbaratar la señal sobre la que alerté el pasado martes. Sostenía en ese informe que la singularidad de este indicador reside en que resulta de mucha utilidad para determinar cuando está cercana la formación del techo del ciclo de 4 años. De hecho, las escasas divergencias bajistas que dibuja este indicador suelen corresponder a los techos del citado ciclo. Tanto es así que desde 2009, suelo del actual ciclo de 4 años, este indicador no había dibujado ninguna divergencia bajista hasta este martes.

Pues bien, la potencial divergencia bajista entre La Línea Avance-Descenso diaria y el NYSE (New York Stock Exchange) está en entredicho. Aunque sigue viva, sólo una caída muy pronunciada y rápida del NYSE parece capaz de evitar que esa divergencia se evapore. A decir verdad, la divergencia de la Línea Avance-Descenso semanal ya ha desaparecido. Lo verosímil, por tanto, es que la Línea diaria siga sus pasos.

Geometría
Concluyo este informe socorriéndome una vez más de las circunferencias, mis figuras geométricas preferidas. La que presento hoy se ha generado empleando a modo de radio toda la fase descendente de la anterior rotación del ciclo de 40 días, comprendida entre el 2 y el 28 de agosto. El centro de la circunferencia está fijado en el día 2 de agosto.

En términos de espacio (precio), el arco superior de la circunferencia marca como potencial techo el nivel 1.801,50, todavía muy lejano. Por otra parte, en términos de tiempo, la circunferencia se pone vertical el 30 de septiembre, fecha en que estaría indicado un cambio de tendencia del precio.

Permanezcan atentos.