El dólar ha ganado un ligero 0,23% frente al euro esta última semana, en línea con la opinión que manifestábamos al finalizar nuestro último comentario, apostando por una cierta contención en la caída del dólar. Una caída que, pese al suave repunte de estos últimos días, es ya del 4,7% respecto al euro en las cuatro últimas semanas. Seguimos pensando que en las cercanías de los 1,15 dólares por euro hay que ir acumulando dólares, como divisa dominante a nivel global.
El mejor comportamiento del dólar frente al euro lo han replicado las Bolsas, ya que las americanas se han comportado mejor que las europeas esta semana de caídas generalizadas. El Eurostoxx ha perdido un 6,8% en la semana frente a un descenso inferior del S&P del 4,8%. Pero el índice que ha destacado sobre todos los demás ha sido el Nasdaq, tanto el Composite como el Nasdaq 100, que el miércoles superaban por primera vez en su historia los diez mil puntos y que han recortado tan solo un 2,3% en la semana.
Son ya varios los años en los que las tecnológicas superan al resto del mercado y la duda eterna es si sus extraordinarias subidas responden a los fundamentales de valor futuro o más bien a una fiebre especulativa similar, aunque superior, a la de la burbuja de las llamadas "punto com" en los años 1.999 y 2.000. Una duda que es imposible de resolver porque seguramente hay algo de ambas cosas cuando hablamos de compañías tan innovadoras.
Por un lado las grandes tecnológicas (Microsoft, Apple, Amazon, Google, Facebook,...) tienen una gran solidez financiera y disponen de modelos de negocio muy elaborados, a diferencia de aquellas "punto com" de hace veinte años, que en muchos casos eran tan solo proyectos bien presentados en "power point" pero no realidades empresariales.
Pero siendo lo anterior evidente, hay situaciones como la de Tesla, que vende un número de coches reducido pero que está a punto de pasar en valor en Bolsa a la líder global en ventas, Toyota, que nos hacen necesariamente pensar que los inversores también se dejan llevar por la fascinación que producen estas empresas y apuestan por ellas sin hacer un serio análisis de sus perspectivas futuras de beneficios.
Tal y como se ve en el Gráfico que adjuntamos, el Nasdaq, igual que el resto de las Bolsas, sufrió un severo recorte el jueves, justo tras haber alcanzado sus máximos históricos, y en la sesión de cierre semanal del viernes la volatilidad fue muy alta, provocando bajadas y subidas sucesivas, aunque al final acabo subiendo.
Los valores tecnológicos son los claros ganadores del nuevo mundo que viene tras la pandemia y tras el confinamiento, pero todo tiene su límite y aun a riesgo de equivocarnos pensamos que es mejor actuar con prudencia, hacer el debido análisis de valor, y no perseguir los precios.