En el complejo mundo de hoy, se les pide a los líderes que den un paso adelante de formas dinámicas e inesperadas. Desafortunadamente, muchos de ellos no están equipados con las herramientas que necesitan para conducir bajo presión. Como resultado, no se sirven a sí mismos ni a los que dirigen de manera efectiva, y ponen en riesgo el futuro de toda su organización o país. Veamos cuales son los comportamientos que resultan en un liderazgo mediocre de mano de la analista Katie Jones:
Los líderes responsables invierten en sí mismos
Cada líder tiene una obligación con sus empleados, sus clientes y su comunidad, pero no ponerse en primer lugar podría tener serias consecuencias y causar un efecto dominó en otras partes.
De hecho, del 40% al 80% del tiempo de un gerente se dedica a actividades que agregan poco o ningún valor, cuando la mayor parte de su tiempo se debe invertir invirtiendo en su desarrollo personal.
Al no tener una visión holística de su desarrollo, los líderes sucumben a los desafíos cotidianos que conlleva la administración de una empresa, tales como:
- Situarse por encima de su cabeza
- Esfuerzo confuso para obtener resultados
- Sentirse como la víctima
- Ser inseguro e incapaz de usar su mando
- Necesidad constante de escuchar buenas noticias
- Necesidad de ganar a toda costa
- Esperar el permiso para actuar de los líderes superiores
- Ser conducido a la distracción y carecer de enfoque
- No aprender de errores pasados
Además, si los líderes luchan por cumplir con las expectativas, el riesgo es que se den por vencidos o, en última instancia, se conviertan en un líder mediocre, pero ¿cómo es eso exactamente?
Las características de un líder mediocre
El liderazgo mediocre se ha vuelto notablemente común, pero no siempre es fácil de identificar para las organizaciones.
Estas son las cinco características problemáticas de un líder mediocre:
- Culpa a otros: nunca reconoce personalmente su papel o contribución a cualquier error o falla.
- Egoísta: actúa regularmente por interés propio y aporta un sentido de derecho al rol.
- Incivilizado y cruel: rutinariamente maltrata, degrada e insulta a otros, generalmente en público.
- Inepto e incompetente: toma malas decisiones, lo que resulta en un rastro de desastre detrás de ellos.
- Carece de iniciativa: busca la salida fácil al desviar la responsabilidad.
¿Les suena?