Enfrentados a una crisis sin precedentes, los bancos centrales volvieron a estar a la vanguardia de la respuesta política, tomando medidas rápidas y contundentes en concierto con las autoridades fiscales (vía BIS). Pero los políticos van a lo suyo, en unos países más que en otros. Gracias a la política de comunicación instaurada con la Crisis de Lheman, logró conjurarse el colapso financiero y económico. Con la pandemia está sucediendo lo mismo. La política de comunicación de los bancos centrales vuelve a ser clave en estos momentos, precisamente tratando de mitigar los riesgos que puedan surgir a corto plazo en la estabilidad financiera por las inyecciones masivas de dinero, que disparan los déficits públicos y presupuestarios hasta cotas nunca vistas. Pero, por otro lado, sabiendo que a medio y largo plazo la estabilidad financiera pasa precisamente por combatir los riesgos de una política monetaria demasiado expansiva durante un tiempo excesivo..."
"Recuerden lo que dijo hace unos años Sabine Lautenschlager: “a medida que pasa el tiempo los efectos positivos de una política monetaria expansiva son menores y los riesgos aumentan…es relevante tomar la decisión en el momento apropiado”. Pero, ¿cómo saber cuál es el momento apropiado?...", me dice el analista jefe de una gestora, que añade:
"Hay una frase hecha que dice que los mercados siempre tienen la razón, con la información disponible. Y los mercados descuentan que en los próximos meses veremos la continuación de medidas expansivas y tipos de interés en niveles históricamente bajos..."
En este encuadre, Antonio Irubieta señala que "Los Bancos Centrales cumplen ampliamente con su misión originaria de «Lender of last resort» pero están superados y los esfuerzos realizados para estimular las economías, rescatar bancos, manipular los mercados financieros, tapar los agujeros fiscales, etcétera… han sido de una envergadura impresionante y su capacidad de influencia es cada vez menor. Cada vez necesitan inventar más dinero para conseguir… menos retornos, el problema que venimos tiempo exponiendo denominado Ley de Retornos Decrecientes. Es una incómoda realidad similar a la Utilidad Marginal del primer bocado cuando te sientas a comer con hambre, es excelente, el quinto también bueno pero menos. El bocado número 100, si llegas, sólo causa molestia, eventuales daños..."
"Ante esta situación, sin margen para rebajar tipos y con los balances disparados, existen dudas bien fundamentadas sobre la capacidad real de las autoridades monetarias evitar una crisis y/o para mitigar los efectos que suelen acompañar en cada cambio de ciclo económico..."