A estas alturas del año, es bien difícil encontrar inversores que puedan afirmar que la coyuntura actual no les ha pillado con el paso cambiado. La irrupción del cisne negro de la pandemia ha puesto patas arriba prácticamente todos los mercados financieros. Las previsiones han acabado en papel mojado. Llegados ya al último tramo del año, es buen momento para hacer ya los primeros análisis de las tendencias inversoras que han estado dominando los mercados en este año tan atípico e imprevisible.
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El surgimiento de las burbujas Robinhood
Los confinamientos, los cheques gubernamentales y los expedientes de regulación temporal de empleo han creado un fenómeno curioso en el mercado bursátil: el de las burbujas Robinhood. Se trata de crecimientos artificiales en las cotizaciones de acciones, principalmente tecnológicas, impulsadas por inversores jóvenes y novatos que descubren las nuevas aplicaciones de trading (como Robinhood) y que desean obtener beneficios rápidos. La explosión de plataformas sociales como TikTok, populares entre los más jóvenes, está contribuyendo asombrosamente a este boom. Cada vez son más los usuarios con miles de seguidores que invitan a la inversión en alguna de las acciones presentes en las nuevas aplicaciones de trading.
El avance del mercado de divisas como opción de inversión sin sobresaltos
Frente a las montañas rusas de las inversiones tecnológicas, nos encontramos al mercado Forex como tendencia inversora clara este año. Parece que los planetas se han alineado en esta ocasión para impulsar el crecimiento de este popular mercado de inversión. Por una parte, el auge de plataformas como Top Rated Forex Brokers permite a los inversores acceder a las mejores promociones, así como conocer a fondo las comisiones y la fiabilidad de los principales brókeres de Forex del mercado. Por otra parte, el sólido espaldarazo de los grandes bancos centrales a las principales divisas garantiza una cierta estabilidad. Por último, el mercado de divisas ofrece volatilidades contenidas incluso en escenarios adversos como el que atravesamos.
Las incertidumbres en el sector de las criptomonedas
Si hablamos de volatilidad, tenemos que referirnos a las criptomonedas. Este año están siendo tendencia por sus movimientos rápidos y explosivos hacia arriba y hacia abajo. Esta crisis ha servido para demostrar que cuando el dinero se pone nervioso no busca precisamente seguridad en los activos que todavía se consideran exóticos. Ahora bien, han sido muchos los inversores que han decidido tratar de aprovechar estos vaivenes y los volúmenes de transacciones en los brókeres de criptomonedas han pulverizado todos los récords.
La recuperación de las materias primas
Las materias primas están siendo también una de las grandes tendencias de inversión este año. Los espectaculares impulsos alcistas de los metales preciosos, con el oro y la plata a la cabeza, son los principales responsables. Ante la incertidumbre, los inversores salen a la búsqueda de activos refugio que les permitan preservar sus capitales. Parece que los metales preciosos han cumplido con creces las expectativas una vez más. Por su parte, el petróleo también está sorprendiendo a los inversores. Tras llegar a cotizar en precios negativos, un fenómeno financiero que ciertamente no se ve todos los días, ha experimentado una recuperación explosiva de cara a la recuperación del mundo pospandemia.
El mercado inmobiliario sigue en tierra de nadie
Los bienes inmuebles están padeciendo las consecuencias de las limitaciones de movilidad actual que hasta hace un año eran totalmente inesperadan. El desplome casi total del alquiler vacacional ha llevado que muchos propietarios hayan optado por vender sus inmuebles destinados al alquiler turístico. Este fenómeno ha producido un repentino aumento de la oferta en unos tiempos que están, por otra parte, experimentando una profunda contracción de la demanda. Esta es la receta perfecta de un mercado bajista. Históricamente, la inversión inmobiliaria ha dado buenas rentabilidades, por lo que podría ser un buen momento de explorar este mercado. Aunque la incertidumbre sigue siendo grande a día de hoy.
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En conclusión, el actual escenario económico que vivimos ha generado una serie de tendencias inversoras marcadas. Por una parte, ha sido un catalizador de las denominadas burbujas Robinhood. Por otra parte, ha ratificado la idoneidad del mercado de divisas en tiempos de incertidumbre. Y también ha servido para demostrar la vigencia de algunas materias primas como valores refugio. Por último, nos ha demostrado que el mercado inmobiliario, históricamente alcista, tiene talones de Aquiles como cualquier otro mercado financiero. Y tú, ¿con cuál de ellos te quedas?