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"Riesgos persistentes y valoraciones exigentes"...¡mucha prudencia en las bolsas!

por Renta 4 Hace 4 años
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Apertura a la baja en las plazas europeas, entre nuevas medidas de restricción a la movilidad en Europa (toque de queda en España y anuncio de nuevas medidas, las más restrictivas desde mayo, en Italia) para intentar frenar el ritmo de expansión del Covid, aunque evitando confinamientos generalizados. Sin novedades en torno al paquete de estímulo fiscal en EEUU, la semana estará protagonizada por la avalancha de resultados empresariales, la reunión del BCE y el Congreso del Partido Comunista chino, con el permiso de la política, donde la proximidad de las elecciones en EE.UU. copará los titulares. No descartamos que, a menos que haya una clara victoria de cualquiera de los dos candidatos (actualmente Biden aventaja en 8 puntos a Trump), el recuento podría alargarse e incluso ser el Tribunal Supremo quien tuviera que decidir ganador, en un proceso que se alargaría en el tiempo y, sin duda, traería gran volatilidad e incertidumbre a los mercados.

En la sesión de hoy, el plano macro contará con los datos de la encuesta IFO de confianza empresarial del mes de octubre en Alemania, con expectativa de ligera moderación 93e (vs 93,4 anterior) de la mano de un previsible retroceso en el componente de expectativas  (vs 97,7 anterior) ante la incertidumbre  pandémica y económica actual y después de que dicho componente haya superado en meses previos los niveles pre-Covid.

Por supuesto, seguimos muy de cerca la evolución de la pandemia y el efecto que las nuevas y generalizadas medidas de restricción de la movilidad tendrán sobre la recuperación económica, donde cada vez más se duda del crecimiento económico en el 4T20, especialmente tras superar los 20.000 contagios diarios en España, 40.000 en Francia y marcar récords diariamente en Alemania, Reino Unido o Italia. Aunque esperamos noticias próximamente sobre la vacuna y nuevos tratamientos, creemos que el desafío no es solo la obtención fiable de la misma sino también su amplia distribución, con lo que no contamos con una solución generalizada en este sentido antes de mediados de 2021, aunque sin duda el anuncio de una vacuna sería un importante catalizador para la recuperación. En este sentido, destacar que se retoman los ensayos clínicos detenidos previamente por cuestiones de seguridad. El candidato de AstraZeneca habría obtenido una respuesta inmune robusta en pacientes de mayor edad, mientras que Johnson&Johson confirma que tendría resultados iniciales de su ensayo a finales de año y los primeros lotes podría estar disponible para uso de emergencia en enero 2021.

En China, desde hoy y hasta el jueves se celebra el Congreso del Partido Comunista chino, en el que se presentará el plan de crecimiento a cinco años, 2021-2025. El mercado espera que el enfoque sea más cualitativo que cuantitativo, en el que más allá de fijar un objetivo de crecimiento anual en torno al +4%/+5% (vs +6,5% objetivo en 2016-20 y +7% en 2011-15) lo que se intentaría es poner un mayor foco en temas estructurales como la búsqueda de una mayor independencia en el plano tecnológico así como un crecimiento más basado en el consumo interno (para lo que habría que potenciar a la clase media) y menos dependiente del exterior. Estos cambios en el modelo de crecimiento servirían para preparar al gigante chino para ir desvinculándose a largo plazo de EEUU.

En el plano empresarial, hoy destacamos los resultados trimestrales de Acerinox y Liberbank en España, SAP en Alemania (ha rebajado su guía de ventas 2020  por el impacto del Covid en la demanda, que previamente había infraestimado al prever una reapertura de las economías más rápida; también rebaja sus objetivos financieros a largo plazo) y Alphabet (matriz de Google) en EEUU.

De cara al resto de la semana, las principales citas macro se centrarán en los datos de PIB del 3T20 tanto EE.UU. como en Europa, con expectativas de +32%e (vs -31,4% anterior) en EE.UU., en la Eurozona +9,4%e trimestral (vs -11,8% anterior), en Alemania +8,2%e (vs -9,7% anterior), en España +13,5%e (vs -17,8% anterior) y en Francia +13,3%e (vs -13,8% anterior). Además, en EE.UU. se publicará la encuesta de confianza del consumidor del Conference Board de octubre donde esperamos estabilidad, que se debería ratificar con los datos finales de la encuesta de confianza del consumidor de la Universidad de Michigan del mismo mes, mientras el deflactor del consumo privado subyacente, medida de inflación favorita de la Fed, de septiembre podría repuntar ligeramente aunque aún bien por debajo del nuevo objetivo simétrico de la Fed del 2% de media a largo plazo. En la Eurozona conoceremos los datos de octubre de la encuesta de confianza económica, donde esperamos cierta caída. En España tendremos datos de paro 3T20 y ventas minoristas del mes de septiembre, que probablemente reflejen debilidad e incertidumbre.

Además, el jueves tendremos reuniones del BCE y el BoJ. Consideramos que cada vez crece más la presión sobre el BCE para aumentar sus estímulos monetarios (PEPP actual 1,35 bln eur, vigente hasta junio-21 y del cual se ha ejecutado ya en torno al 50%), tal y como se desprende de los últimos comentarios tanto de su presidenta Christine Lagarde como de su economista jefe Philip Lane al afirmar que persisten los riesgos a la baja sobre la actividad económica. Esta presión viene derivada de varios factores: 1) la ralentización en el ritmo de recuperación debido a las restricciones a la movilidad que buscan contener la expansión del Covid; 2) las presiones desinflacionistas, con el IPC general de septiembre en -0,3% i.a. y la tasa subyacente en +0,2% i.a. frente al objetivo del 2%, y 3) la apreciación del Euro, que acumula una revalorización del +11% desde los mínimos de marzo. Aún con todo, lo más probable es que el BCE utilice la reunión de la próxima semana para preparar al mercado para el anuncio de nuevos estímulos a final de año (reunión 10-diciembre), cuando contará con un nuevo cuadro macroeconómico con las estimaciones de crecimiento e inflación revisadas, incluyendo por primera vez estimaciones de inflación a 2023. Por parte del BoJ no esperamos grandes novedades y debería mantener sin cambios tanto tipos como programas de compra de activos.

En cuanto a la temporada de resultados, esta semana gana tracción tanto en EE.UU. como en Europa. En el S&P, con un 25% del índice reportado, el 81% de las compañías bate estimaciones en ventas y el 84% en BPA, que registran caídas del 3,7% y 17,2% respectivamente, con el sector energético, industrial y de consumo cíclico especialmente penalizados, mientras salud, consumo estable y tecnología son los únicos que muestran crecimiento. En el Stoxx 600, por su parte, con un 9% del índice presentado, el 45% mejora estimaciones en ventas y 76% en BPA, que caen un 12% y 35% respectivamente, con los sectores cíclicos igualmente más penalizados mientras el sector inmobiliario mejora tanto en ventas como en BPA y utilities crece en ventas y mantiene BPA estable.

Respecto a nuestra visión de los mercados, seguimos manteniendo una posición de prudencia en el corto plazo, teniendo en cuenta que los riesgos persisten (pandemia, economía) y las valoraciones continúan en niveles exigentes especialmente en EE.UU., con los principales índices muy cercanos a máximos históricos a pesar del riesgo adicional de un incremento de volatilidad de cara a las elecciones del 3 de noviembre. Nos parece pronto para que la rotación hacia ciclo (necesaria para que las bolsas sigan subiendo) sea sostenida a falta de mayor visibilidad sobre la evolución de la pandemia y, por derivada, de cuáles serán el ritmo y la intensidad de la recuperación económica. De hecho, las previsiones de recuperación económica para 2021 tienen riesgo a la baja, en función de cómo evolucionen los contagios y las restricciones a la movilidad, aunque podría compensarse con nuevas medidas de estímulo adicional, que sí consideramos que podrían llegar a finales de año a nivel monetario (más QE del BCE en diciembre) y sin plazo definido a nivel fiscal (quinto paquete fiscal en EEUU más complicado antes de las elecciones pero que sí llegará en el futuro).

Por tanto, y aunque mantenemos una visión positiva de las bolsas a medio plazo (apoyos: liquidez, valoraciones relativas frente a la renta fija, progresiva recuperación económica apoyada por estímulos y vacuna/tratamiento y bajo riesgo de nuevos confinamientos generalizados), consideramos que en el corto plazo podríamos tener mejores puntos de entrada vinculados especialmente a la inestabilidad que puedan generar las elecciones EEUU del 3-noviembre. El principal riesgo es el de no reconocimiento del ganador y parálisis temporal de la administración. Sirva a modo de ejemplo la situación vivida en el año 2000, cuando se impugnó el recuento de votos en Florida y no se conoció el ganador –Bush, con Al Gore reconociendo la derrota- hasta mediados de diciembre, 5 semanas después de la cita electoral, y tras una decisión del Tribunal Supremo). En aquel periodo de 5 semanas, hasta que se conoció al nuevo presidente de EEUU, el S&P perdió un -11%. El hecho de que en las elecciones de 2020 la controversia pueda afectar a un mayor número de estados podría prolongar en el tiempo la incertidumbre y penalizar a las bolsas.

En cuanto al impacto en mercado de quién gane finalmente las elecciones, sí que estimamos que independientemente de que sea uno u otro, tanto la política monetaria como la política fiscal se mantendrán excepcionalmente expansivas. Sí que habría que hacer matizaciones de impacto por sectores y activos, entre las que destacaríamos: una victoria demócrata (Biden sigue por delante de Trump en las encuestas...aunque también lo estaba Hillary Clinton en 2016) traería consigo un previsible aumento de impuestos a empresas (recorte de impuestos de 2017 podría revertirse, intención de aumentar IS del 21% al 28%) pero también un mayor estímulo fiscal. La capacidad para implementar todo el programa electoral dependería de si los Demócratas ganan la Cámara y el Senado, puesto que en caso de que los republicanos mantuviesen el Senado, el margen de actuación sería menor. En términos generales, en caso de victoria de Biden, podríamos ver los siguientes impactos negativos: dólar (más estímulo fiscal exigirá financiación), energía (temas medioambientes), financieras (más regulación buscando defender al consumidor), tecnológicas (mantendrá investigaciones sobre grandes tecnológicas). Por el contrario, se podrían ver positivamente afectados: menor riesgo geopolítico (más conciliador con China), renovables (defensa medioambiente) e infraestructuras.

Seguiremos monitorizando de cerca las carteras para poder adaptarnos con flexibilidad, aprovechando potenciales tomas de beneficios para ir incorporando de forma gradual y con una visión de medio plazo posiciones en algunos valores más vinculados al ciclo y que puedan emerger de la situación actual como ganadores a largo plazo. Las potenciales tomas de beneficios deberían ser limitadas en un contexto de elevada liquidez (apoyo continuado de bancos centrales) y represión financiera (tipos bajos durante mucho tiempo) que seguirá apoyando a las bolsas en el medio plazo.


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