Obtener rentabilidades positivas en los mercados financieros es tan sumamente complicado, que incluso sabiendo el resultado de los acontecimientos más impactantes, sería difícil posicionarse en la dirección correcta. Pongamos dos ejemplos: Imaginen que hubieran conocido de antemano que millones de personas se verían confinadas por una pandemia mundial. Que millones de personas estarían desempleadas, y que cientos de miles morirían. ¿Cuál sería su predicción para el mercado de valores? Probablemente habría apostado bien en el mes de marzo, y completamente equivocado el resto del año.
Imaginen que alguien les dijera que días después de las elecciones de EE.UU. todavía se estarían contando los votos, con el presidente actual acusando de fraude electoral, y amenazando con no reconocer los resultados si pierde las elecciones. ¿Qué cree que harían las acciones? Probablemente la respuesta sería que tendrían una fuerte caída, y una vez más se equivocarían.
Conocer un resultado antes del hecho es imposible. Los niños de nueve años entienden esto. Pero todavía hay personas adultas que piensan que pueden, o tal vez saben que no pueden, pero sus acciones dicen lo contrario. O tal vez simplemente se mienten a sí mismos para darles la ilusión de control. Lo entiendo, miedo y codicia, etc.
Invertir en los mercados en base a acontecimientos puntuales, por muy relevantes que estos sean, es una manera perfecta para equivocarse una vez tras otra. Las bolsas son completamente aleatorias en el corto plazo. Son tantos los factores que intervienen, la mayoría no relacionados, que es imposible de antemano saber cuál pesará más, y en qué sentido los inversores lo interpretarán.
Pero entonces, ¿es posible ganar dinero en los mercados financieros? Sí, es posible, pero manteniendo un enfoque diferente. Los inversores valor afirman que sólo compran acciones en aquellas empresas en las que estarían dispuestos a quedarse con toda ella. Las bolsas no dan la oportunidad de comprar negocios a precios imposibles en la vida real. Nunca le venderían a usted una farmacia que está facturando al año 1 millón de euros, con un beneficio de 250.000 euros, por 1 millón de euros. Esto querría decir que, en cuatro años, los beneficios de esa farmacia le pagarían toda la inversión. Lo más probable es que le pidieran entre 3,7 y 4 millones de euros. Bien, pues las bolsas nos dan la oportunidad de comprarla por ese millón de euros.
Si usted se centra en las cotizaciones diarias de esas compañías, en lo que creen que harán si Trump admite o no los resultados, en si la vacuna estará en el primer o segundo trimestre del próximo año, o en si las medidas de estímulo serán efectivas en el próximo ejercicio, es muy probable que sus salidas y entradas en los mercados sean negativas.
Invierta en la bolsa como si estuviera comprando una farmacia en la calle. Esa es la mejor manera de asegurarse una razonable probabilidad de éxito en sus negocios.