El Dow Jones, nuestro índice de la semana pasada, se ha mantenido cómodamente por encima de los 30.000 puntos, en una nueva semana alcista de las Bolsas americanas, y ya van cinco seguidas. Pero se ha tenido que conformar con una subida del 1% frente a la del Nasdaq, que ha subido más del 2% en la semana al recuperar las compañías tecnológicas el liderazgo de las alzas.
Tesla destaca entre esas subidas de las tecnológicas, al haber multiplicado su valor por más de seis veces (exactamente ha subido un 616%) en lo que va de año. Bajo cualquier parámetro que queramos considerar, el caso de Tesla es sorprendente y, en cierta medida, inexplicable. La empresa fundada por Elon Musk capitaliza 558.000 millones de dólares, y vale más en Bolsa que los cuatro fabricantes de automóviles más valiosos del mundo juntos, encabezados por Toyota, pese a que fabrica solo medio millón de vehículos al año frente a los más de diez millones de coches que fabrican Toyota o Volkswagen.
Ha sido recurrente a lo largo de los últimos años calificar a Tesla como una "burbuja", con cierta razón, pero la acción ha seguido subiendo de forma continua, arruinando a muchos "bajistas". Lo cierto es que si hoy Tesla quisiera adquirir a alguno de sus competidores, lo podría hacer fácilmente, gracias a su elevadísima capitalización bursátil. Daimler, por ejemplo, vale poco más de un 10% de lo que vale Tesla, por lo que si no hubiese obstáculos regulatorios o de otra índole, una eventual toma de control no sería demasiado problemática para Tesla desde un punto de vista estrictamente financiero. Es decir, Tesla puede ya aprovechar el circulo virtuoso de su elevada cotización, sea o no "correcta" esa cotización.
Pero no todas las tecnológicas han corrido la misma suerte. Nikola, que toma su nombre del famoso inventor de principios del pasado siglo Nikola Tesla, cuyo apellido tomó Elon Musk para sus coches eléctricos, pasa por horas bajas. Su intento de presentarse como el "Tesla de los camiones", y de estar a la vanguardia en lo que a camiones eléctricos se refiere, no ha tenido el respaldo del mercado, y en los últimos tres meses la acción de Nikola ha caído un 46,9%.
El pasado lunes Nikola se hundía en Bolsa un 27%, tras descartar General Motors tomar una participación del 11% rompiendo así el acuerdo alcanzado el pasado septiembre. Tal vez tengan algo que ver en esa ruptura las acusaciones hechas por el Fondo Hindenburg Research, según las cuales Nikola sería un fraude, acusaciones que obligaron a su fundador y presidente Trevor Milton, a dimitir.
Nikola cerró el pasado viernes a 18,88 dólares, con una notable caída desde los 33 dólares a los que salió a Bolsa el pasado 4 de junio. Se ha hecho así buena la recomendación que, bajo el título “Nikola y las burbujas Robinhood”, hacíamos en nuestro Gráfico semanal del pasado 14 de septiembre, de estar al margen del valor y no comprar acciones de Nikola. El Gráfico adjunto muestra bien a las claras la diferente fortuna bursátil de Tesla y Nikola a partir de septiembre y sobre todo en el último mes.
La lección es que no vale con apostar ciegamente a todo lo que suene a tecnológico, hay que entender bien las proyecciones, hacer bien los números, y seleccionar en consecuencia. Un tipo de análisis que, debidamente hecho, podría también hacer bajar notablemente a las acciones de Tesla, en opinión de algunos gestores importantes, como Jim Chanos.