La semana pasada (algo más corta de lo habitual en EE.UU. debido al festivo por el Día de los Presidentes) se mantuvieron las tendencias observadas en el mercado desde principios de año. La deuda soberana se vendió con rendimientos muy por debajo de la inflación prevista -incluso ante el aumento de la presión inflacionista-, y los activos financieros de todo el mundo subieron en general, aunque el ritmo fue dispar. Las acciones sólo han subido ligeramente, mientras que los precios de las commodities siguen en aumento.
El comportamiento de las divisas también fue mixto, aunque la mayoría de las calificadas de alto riesgo se apreciaron frente al dólar americano. La libra esterlina y las divisas de las commodities se comportaron bien en el G10, y el peso chileno sigue subiendo con fuerza gracias al incremento del precio del cobre.
Una de las claves de esta semana será la comparecencia semestral del presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, ante el Congreso, en la que esperamos mantenga el discurso extremadamente flexible de las últimas semanas. Será interesante ver si hay preguntas sobre la creciente preocupación sobre la inflación. Este será, sin duda, el principal punto de interés de las publicaciones macroeconómicas de la semana.
El martes se publicará el IPC en la Eurozona, y el viernes también lo hará el indicador preferido por la Fed para medir la inflación en EE.UU.: el Índice de Precios del Gasto en Consumo Personal (PCE). Vemos que hay margen para sorpresas alcistas en ambos casos.
GBP
La libra sigue subiendo gracias a los buenos datos de la vacunación y a la pérdida de miedo por la posible repercusión económica que en estos momentos el Brexit podría haber causado. Los indicadores de actividad PMI que se publicaron la semana pasada dieron incluso más respaldo: fueron mucho más fuertes de lo esperado y sugieren que la economía se está recuperando de las restricciones más rápido de lo previsto.
Los datos de empleo que conoceremos esta semana llegan algo desfasados y no deberían afectar demasiado al mercado. Esperamos que la divisa se tome un respiro tras la fuerte apreciación de las últimas semanas.
EUR
La ligera mejora de los índices PMI de febrero enmascaró una dicotomía entre el sector manufacturero (al alza) y un sector de servicios aún lastrado por los cierres y confinamientos. Esperamos que el PMI de
servicios empiece a mejorar a partir del próximo mes a medida que se vayan relajando las restricciones en todo el continente.
Una de las claves de la semana será el informe de inflación. El fuerte repunte de la inflación subyacente, que pasó de un mínimo histórico del 0,2% al 1,4% interanual en enero, podría atribuirse a factores puntuales, pero si el aumento continúa, será más difícil negar la consolidación de presiones inflacionistas.
USD
Los cortes de electricidad en Texas han ocasionado un breve contratiempo en la campaña de vacunación en EE.UU., aunque la tasa de nuevos contagios continúa bajando.
La gran noticia de la semana pasada fueron los datos de las ventas minoristas de enero -muy fuertes- y la continua subida de los rendimientos del Tesoro -que bajo la mirada indulgente de la Reserva Federal y ante las perspectivas de nuevos estímulos fiscales son signos de una fuerte recuperación y de presiones inflacionistas-. Creemos que es significativo que, aunque los rendimientos reales del Tesoro hayan empezado a seguir a los nominales en su camino al alza, el dólar todavía no se ha aprovechado de forma significativa.