Por lo que respecta a nuestra visión de mercado, el repunte visto en TIRes la semana pasada, no esperamos que sea el preludio de una subida descontrolada de las mismas que haga descarrilar la tendencia alcista de las bolsas en el medio plazo. Esperamos que los bancos centrales acentúen el ritmo de compras de deuda si es necesario (tal y como ha hecho el Banco de Australia y sugirió también Philip Lane, el economista jefe del BCE) para mantener unas favorables condiciones financieras e impulsar la recuperación. Esta semana tendremos declaraciones de varios miembros de la Fed que esperamos que confirmen su compromiso con el mantenimiento de TIRes bajas, y hoy lunes conoceremos los datos de compras de deuda por parte del BCE que nos permitirán comprobar si estamos sólo ante una intervención verbal o hechos concretos (aceleración de compras de deuda).
Es por ello que mantenemos nuestra idea de que las caídas son para comprar en base a un escenario de recuperación a medio plazo (vacunas, estímulo fiscal EEUU), lo que junto al continuado apoyo de los bancos centrales apoya la inversión en renta variable. En este sentido, vemos cómo los estímulos fiscales y monetarios (apoyo incondicional de los bancos centrales en base a una recuperación económica aún incipiente y un repunte de inflación que se espera transitorio), así como el avance del proceso de vacunación y los esfuerzos para mejorar la efectividad de las vacunas ante las nuevas cepas están actuando de soporte para las bolsas que se muestran fuertes a pesar de ciertas incertidumbres que aún persisten (proceso de vacunación lento en la mayoría de países, mantenimiento de restricciones a la movilidad...). Como principales riesgos a nuestra tesis de inversión, y a nuestro juicio moderados: que las vacunas no sean eficaces ante nuevas cepas (a corto plazo esto puede ocurrir, pero esperamos que se solucione a medio plazo con ajustes a las vacunas actuales para hacerlas efectivas contra las nuevas variantes) y un repunte de la inflación que se considere sostenido y pueda ocasionar un error de política monetaria (retirada de estímulos demasiado temprana que no contemplamos).
En el contexto descrito, el giro de defensivo a ciclo debe ser gradual, pero es una tendencia que continuará a medio plazo. Mantenemos por tanto un sesgo en carteras 60% ciclo/40% defensivo.