Microstrategy, nuestro valor del lunes pasado, ha seguido esta última semana los avatares del bitcoin, recuperándose primero, para caer luego hasta niveles intermedios, a la espera de cual sea el rumbo definitivo del mercado de criptoactivos. Un mercado que para algunos es la gran revolución financiera del siglo XXI, mientras que, para otros, como Barry Norris, fundador de Argonaut Capital, es un gigantesco esquema Ponzi.
Mayo, sin duda, será recordado por el desplome del bitcoin y las criptodivisas, pero también por el buen comportamiento de las Bolsas europeas. A falta de una semana para terminar el mes, el Eurostoxx ha subido un 2,4% en mayo, el Ibex un 4,6% el Mib italiano un 4,3%, el Cac francés un 3,4%, y el Dax alemán el 2,5%. Frente a esas subidas el S&P solo ha ganado el 0,5% en el mes, el Dow el 1,9%, y el Nasdaq ha caído un 1,5%.
¿Ha llegado la hora de apostar por la vieja Europa? ¿Ha pasado el momento de las compañías tecnológicas disruptivas?
El Gráfico adjunto muestra la evolución comparativa, en los últimos seis meses, del Eurostoxx y del ETF Ark Innovation, el buque insignia de la gestora Ark Invest, cuyas principales posiciones en la cartera son Tesla, Square, Coinbase, Spotify y otras compañías extremadamente disruptivas y/o vinculadas al mundo de los criptoactivos (Square invierte su tesorería en bitcoins y Coinbase es la única Bolsa de criptodivisas cotizada)
Como se ve, hasta mediados de febrero Ark Innovation bate por goleada al Eurostoxx, pero, a partir de marzo, el selectivo europeo inicia un fuerte "rally", mientras que Ark Innovation , tras una etapa de dudas, se hunde, perdiendo más de un 30% desde los máximos de mediados de febrero. Desde mitad de mayo Ark parece haber recuperado las alzas, y de hecho su gestora, Cathie Wood, sigue manteniendo que el bitcoin alcanzará los 500,000 dólares y que Tesla subirá a 3.000 dólares, unos precios objetivo que hoy suenan demasiado lejanos.
Si en lugar de comparar con Ark Innovation la comparación fuese con el Nasdaq o con el S&P las diferencias serían menos llamativas, pero igualmente las Bolsas europeas seguirían ganando a las americanas en el último mes. En lo que va de año el Eurosoxx sube un 14,6% mientras que el S&P sube el 11,9% y el Nasdaq el 6,7%.
La tesis en favor de las Bolsas europeas es que están más baratas que Wall Street y que además se prevé un gran repunte de la economía europea tras las vacunaciones, impulsado por el programa Next Generation. De hecho, la Comisión Europea ha elevado recientemente las estimaciones de crecimiento de la economía europea tanto para el 2022 como para el 2023.
Sin embargo, puede ser precipitado hacer una apuesta radical por la Bolsa europea, excluyendo otras Bolsas. Europa tiene grandes compañías, innovadoras y capaces de crear valor en el mundo post Covid. Pero también arrastra algunos legados, como el exceso de regulación y la fragmentación política, que lastran sus posibilidades en un mundo tan competitivo como es el mundo post Covid.
Somos partidarios de incluir a las buenas compañías europeas en nuestras carteras, y vemos interesante a nivel táctico apostar por las Bolsas europeas frente a las muy sobrevaloradas Bolsas americanas. Pero para que el diferencial en favor de las Bolsas europeas sea estructural y no solo táctico deberían despejarse las dudas sobre la arquitectura institucional futura de la Unión Europea. Algo que hoy parece muy lejano.