Si la semana pasada traíamos a nuestra sección el Hang Seng de Hong Kong, con motivo de haber entrado en situación técnica de mercado bajista al caer más de un 20% desde sus máximos, esta semana traemos otro índice, el Nasdaq ComposIte, pero justo por el motivo contrario, ya que el indicador tecnológico americano lograba la semana pasada cerrar por primera vez en su historia por encima de los 15.000 puntos, subiendo un 2,7% en la semana.

La esperada intervención del presidente de la Fed, Jerome Powell, en el simposio de Jackson Hole dio nuevas alas a las empresas tecnológicas, al asegurar Powell que el inicio del "tapering" (reducción de las compras mensuales de bonos) por parte de la Fed no implicaba en absoluto una próxima subida de los tipos de interés. Al revés, Powell se esforzó en dejar claro que esa subida de tipos ni está en el horizonte ni se la espera, lo cual son buenas noticias para compañías como las tecnológicas, cuyos beneficios se proyectan a largo plazo.

El Gráfico muestra el prodigioso comportamiento del Nasdaq desde sus mínimos de marzo de 2020, subiendo de forma vertical y sin apenas correcciones. Es realmente difícil encontrar subidas similares en la historia de las Bolsas. Sin duda es la combinación de un escenario monetario muy benévolo y de una oleada de innovación sin precedentes la que ha hecho posible ese movimiento alcista tan impresionante en el sector de la tecnología.

Pocos vieron hace diez años esa proyección tan exponencial, y uno de ellos fue el fundador de Netscape e inversor en "venture capital" Marc Andreseen, que, en agosto de 2011, en plena tormenta bursátil, publicó un artículo invitando a invertir en tecnología bajo en expresivo título "El software va a comerse el mundo" (Software is eating the world). "Estamos, decía Andreseen en aquel artículo, en el medio de un cambio tecnológico y económico en el que las compañías de software irán tomando cada vez mayores parcelas de la economía".

La pregunta es ¿hay límite en la subida del Nasdaq? En los últimos gráficos semanales hemos analizado caídas de empresas muy disruptivas como Moderna o BioNTech, y también hemos aludido a los fuertes recortes de las tecnológicas en la Bolsa china (el índice Nasdaq Golden Dragon de las grandes empresas chinas cotizadas en EE.UU. ha llegado a caer más de un 50% desde su pico en febrero) pero no son ejemplos que necesariamente debamos extrapolar al conjunto de las tecnológicas.

En Renta 4 hemos apostado siempre por el sector tecnológico y seguimos pensando que es en las empresas innovadoras donde está la gran creación de valor a futuro. Pero a la vista del Gráfico no hay que descartar que en algún momento haya una corrección seria, que probablemente vendría provocada por una subida de los tipos de interés de largo plazo.