De los posibles "suelos" que señalábamos en nuestro Gráfico del pasado lunes para el S&P, de momento parece haberse detenido en el primero, la media móvil de las últimas 50 sesiones que está en los 4.527 puntos. Tras romper a la baja el pasado viernes ese nivel en algunos momentos de la sesión, al final el S&P cerró en 4.538 puntos, tras una semana bajista, en la que el S&P ha perdido el 1,2%. Nuestro consejo de esperar para tomar posiciones largas en el S&P ha sido, por tanto, acertado y de momento seguiríamos a la espera.
Sin embargo, la caída del S&P no ha sido lo peor de la semana. La nota más negativa en la semana la han puesto las tecnológicas, con el Nasdaq dejándose el 2,6% en la semana y con varias de ellas, como Facebook, entrando en fase "bajista" a nivel técnico, es decir, recortando el 20% desde sus máximos.
Una de las consecuencias más curiosas de esa corrección de las tecnológicas se produce en las compañías que han salido a Bolsa este año, como es el caso de Robinhood, Oatly, Bumble, Honest Company (la compañía de la actriz Jessica Alba) y otras, que subieron muchísimo tras su estreno bursátil, pero cotizan ahora en precios sensiblemente inferiores a los de su salida a Bolsa. Por ejemplo, Oatly, la compañía sueca de productos alimenticios derivados de la avena que cotiza un 53% por debajo del precio de salida a Bolsa el pasado mayo y un 72,4% por debajo de la cotización máxima de 29 dólares que alcanzó en junio tras el IPO.
Aunque hay todavía algunos IPOs que siguen en verde respecto al precio de salida, la mayor parte han caído con fuerza y por eso el ETF Renaissance IPO, que engloba más de cien de las IPOs recientes perdió esta última semana el 10,9%, en su mayor caída semanal desde marzo.
El caso de Robinhood, cuyo gráfico adjuntamos, es muy símbolo IPO, porque, junto con Tesla y junto con Ark Innovation, ETF, ha sido uno de los iconos más representativos del mercado alcista post Covid, al ser el bróker preferido de los blogueros que se reúnen en torno a la red social Reddit y el portaestandarte de quienes se presentan como "el pueblo frente a Wall Street".
Robinhood salió a Bolsa el 29 de julio pasado, a 38 dólares por acción, y llegó a subir más de un 80% los primeros días, hasta alcanzar los 70 dólares el 4 de agosto. A partir de ahí inició una larga caída, como se ve en el Gráfico, que le ha llevado a cerrar el pasado viernes a 21,55 dólares por acción, muy por debajo de su precio de salida.
El pasado 6 de septiembre dedicábamos nuestra sección a Robinhood bajo el título "El gráfico semanal: ¿hay valor en Robinhood?" y recomendábamos, cuando la cotización estaba en 43 dólares por acción, esperar antes de tomar posiciones en el valor, ya que no veíamos clara su estrategia. Nuestra posición hoy sigue siendo la misma. No acabamos de entender que una empresa con una estrategia tan confusa y que por supuesto pierde dinero, sin que esté claro si alguna vez lo va a ganar, tenga un valor en Bolsa, incluso después de la severa corrección que ha padecido, de 18.434 millones de dólares.