Existen muchos parámetros que influyen en los tipos de préstamos y las entidades financieras ofrecen soluciones para casi todas las situaciones en las que una persona, familia o empresa pueda requerir financiación, con diferentes características y condiciones que se adaptan a cada caso.
Podemos encontrar distintas formas de clasificar los préstamos que existen en el mercado crediticio, por duración, por cantidad, por tipo de interés, por finalidad, etc.
Nosotros hemos realizado una agrupación general que podría englobar varias variables como la cantidad de dinero, el plazo y las condiciones para la aprobación, especificando los subtipos más importantes en cada uno.
Son préstamos de dinero que se suelen conceder en 24 o 48 horas como máximo. Las condiciones y requisitos suelen ser muy bajos, normalmente solo necesitaremos ser mayores de edad y tener algún ingreso periódico justificable.
No requieren presentar ningún aval y los trámites son bastante sencillos y ágiles en comparación con otros tipos de financiación y las cantidades otorgadas no superan los 10.000 €.
En este tipo, existe un subtipo muy utilizado en los últimos años, que triunfa en Estados Unidos desde hace décadas.
Se trata de los microcréditos, préstamos ultrarápidos de cantidades pequeñas de dinero que no suelen superar los 600 € y que pueden obtenerse incluso en menos de una hora. Los gastos asociados a este producto suelen ser muy elevados.
Son los préstamos más conocidos y utilizados. Las entidades bancarias son las que habitualmente conceden este tipo de financiación.
La cantidad de dinero que cubren suele ir desde los 3.000 euros a los 60.000 o más y se utilizan para cualquier pago, compra o inversión que requiera una cantidad comprendida entre las anteriores.
Su concesión suele ser más lenta y los requisitos mayores, pero a cambio se obtienen unas condiciones muchos mejores que con los préstamos rápidos, un interés mucho más bajo y unos plazos de devolución más asequibles, que pueden llegar a los 8 años.
Dentro de los préstamos personales, los subtipos que pueden encontrarse suelen ir asociados a la finalidad que va a tener el dinero, con lo que podemos encontrar préstamos para autos, reformas del hogar, viajes, estudios, específicos para negocios, etc.
Muchas entidades ofrecen a sus clientes condiciones mucho más ventajosas por lo que es conveniente informarse y abrir una cuenta corriente en el banco en el que queremos pedir el dinero.
Aunque cuando hablamos de hipotecas siempre pensamos en un préstamo para la compra de una vivienda, los créditos hipotecarios se utilizan para muchas finalidades distintas aunque todos ellos tienen en común la inclusión de un aval que normalmente es uno o varios inmuebles.
Las cantidades que pueden cubrir pueden ser muy elevadas, por ello requieren de un aval valioso que cubra el préstamo en caso de impago.
En Estados Unidos también son muy utilizados los préstamos y líneas de crédito con garantía hipotecaria (HELOC) que se utilizan para reformar o refinanciaciones.
Es otra modalidad de financiación distinta a todas las anteriores, ya que en ella no se presta todo el dinero al principio, si no que se dispone de un límite, que puede ser mensual, trimestral o anual, hasta el cual podemos utilizar el dinero que deseemos, y que devolveremos posteriormente, ya sea a plazos o en un único pago. Es el método utilizado por las tarjetas de crédito.