Los futuros europeos suben recogiendo las subidas de Wall Street el viernes después del cierre europeo. De fondo, seguimos vigilando el conflicto en torno a Ucrania así como las declaraciones de distintos miembros de la Fed, destacando entre ellas las de Bostic, de la Fed de Atlanta, que no descarta que la subida de tipos en la reunión del 16-marzo sea de +50 pb para frenar la inflación, aunque su escenario base sigue siendo de tres subidas de 25 pb a lo largo de 2022, augurando una moderación en el crecimiento de los salarios en los próximos meses. Todo dependerá de cómo evolucionen los datos.
En el plano político, destacar en Italia el nombramiento de nuevo de Sergio Mattarella como presidente de la República al ser imposible alcanzar un acuerdo sobre otro candidato. Mario Draghi se mantendrá por tanto como primer ministro, evitando la convocatoria de elecciones anticipadas (se espera que pueda agotarse la legislatura actual, hasta primavera 2023) y dando estabilidad y continuidad al gobierno italiano. Dado su buen hacer al frente del gobierno, esperamos que el diferencial de deuda Italia-Alemania se modere tras ampliarse la semana pasada hasta 140 pb (máximo desde sept-20).
De cara al conjunto de la semana, aparte de relevantes citas macroeconómicas, la atención de los inversores estará en las reuniones de la OPEP (miércoles) y del BCE y el Banco de Inglaterra (jueves).
En el mercado del crudo, la OPEP+ previsiblemente mantendrá su plan de devolver de forma progresiva producción al mercado, a razón de +400.00 b/d cada mes, ante la positiva evolución de la demanda (en la que Ómicron ha tenido un impacto limitado) y aun a pesar de que un barril en 90 usd/b (Brent) podría llevar a algunos a considerar que sería aconsejable aumentar la oferta a mayor ritmo para frenar el fuerte aumento de precios (+40% desde principios de diciembre). Una situación que se podría ver exacerbada por el creciente riesgo geopolítico.
En relación a los bancos centrales, no esperamos cambios en la política monetaria del BCE, que no obstante deberá hilar muy fino para comunicar de forma adecuada al mercado las razones de no subir tipos este año a pesar del discurso más tensionador de la Fed. Detrás de un sesgo más acomodaticio del BCE en relación a la Fed está el distinto momento cíclico de las economías europea y americana (más avanzada ésta última, con mayores presiones inflacionistas y mayor riesgo de efectos de segunda ronda ante un mercado laboral próximo al pleno empleo). En este sentido, recordamos que el BCE ya anunció que el PEPP finalizará en marzo-22, pero aumentando el APP para favorecer la transición a un escenario de menor liquidez (mercado de deuda muy dependiente de las compras del BCE). Esperamos por tanto que el BCE mantenga una elevada flexibilidad en el QE, con posibilidad de retomar las compras en caso de estrés, y compatibilizando una alta inflación a corto plazo con los riesgos sobre el crecimiento. No esperamos subidas de tipos hasta 2023, una vez finalice el QE, siempre y cuando las expectativas de inflación se mantengan controladas y no haya efectos de segunda ronda, a la vez que los niveles de llegada de llegada en 2024-25 estarían en torno al 1%.
Por lo que respecta al Banco de Inglaterra, el mercado espera una nueva subida (+25 pb hasta 0,5%) tras la realizada por sorpresa en dic-21 (+15 pb), que fue la primera desde 2004. El objetivo, controlar la inflación en máximos de 30 años, +5,4% en diciembre y con expectativa de continuar al alza en el corto plazo, y en línea con el discurso más hawkish de la Fed. Asimismo, estaremos atentos a cualquier comentario sobre el inicio de reducción del balance, que podría comenzar con la no reinversión de los vencimientos de deuda de marzo.
En cuanto al plano macro, varias serán las referencias de interés, destacando en EEUU los datos de empleo de enero (ADP e informe oficial de empleo), previsiblemente débiles ante el avance de Ómicron, y manteniéndose la presión sobre los salarios en un mercado laboral acercándose al pleno empleo. Allí también se conocerán los PMIs finales de enero y los ISMs del mismo mes, con esperada resiliencia del sector manufacturero pero con los servicios lastrados por la nueva ola pandémica.
Mientras tanto, en la Eurozona la atención se centrará hoy en el PIB 4T21 (esperada moderación por Ómicron), y asimismo estaremos pendientes de los primeros IPCs de enero (Alemania, España), donde podríamos ver cierta moderación, con especial atención al componente energético. De cara al resto de la semana, atentos al IPP de diciembre en Eurozona y PMIs finales de enero, y primeros en España e Italia, que esperamos que muestren, al igual que la media europea, unas manufacturas relativamente sólidas pero unos servicios más débiles.
Por último, en el plano empresarial continuará la publicación de resultados en España, con las cifras de Santander, BBVA, Naturgy y Siemens Gamesa.