Perder el tren de la Bolsa no es perder el vuelo de un avión en la ruta Madrid-Nueva York. Con frecuencia, muchos actores en los mercados se suben al tren de la Bolsa cuando ya ha llegado a su destino"El miedo a perderse algo hace más daño que la codicia. Verdadero de por vida. Verdadero para invertir". señala The Irrational Investor@position_trader ¿Y ahora? ¿Qué hacer, qué comprar, cuál es el recorrido potencial del mercado? ¿Mercados europeos y asiáticos excluyendo a Wall Street? ¡Compren, compren! El mensaje se repite, porque según los mariachis, habrá dinero para todo y para todos sin die. Los bancos centrales, añaden, no permitirán el colapso de los mercados. Nunca fue así, aunque este ciclo es nuevo cuyo final nadie conoce. Nunca fue de esta manera ni lo será. Nada crece de manera indefinida. Los índices de las Bolsas, tampoco", me dice el director de Bolsa de una importante gestora, que añade:
"Las recomendaciones que hacemos se limitan a las posiciones reales de los clientes. Si están dentro de la Bolsa, lo normal es que sigan hasta que se observe una saturación muy alta del mercado, que en algunos sectores ya es muy alta. Si está fuera, lo corrector es permanecer fuera o invertir muy rápido, al día a día. Consideramos que si un inversor está dentro de la Bolsa puede perder hasta un 5% y salirse, pero si está fuera y entra puede perder un 25 %, o más, entre las dudas de si salgo ahora o espero. Lo de siempre..."
"En épocas recientes hemos visto, además, la necesidad de tener la mente muy fría y de no correr detrás del tren. Quizá no lo alcances nunca y si lo alcanzas, lo más seguro es que esté parado..."
"Una no interesante...":
"Cuando el miedo a perderse algo se convierte en el impulsor esencial de los precios de los activos, eventualmente el deseo de obtener grandes ganancias en papel provoca una carrera hacia la salida".