Nuestro valor de la semana pasada, Delivery Hero, ha caído más de un 10% esta semana, haciendo así bueno nuestro consejo de mantenerse al margen de Delivery Hero y esperar para considerar su posible compra.

Dicho esto, dentro del recorrido que venimos haciendo las últimas semanas por compañías tecnológicas que en algún momento fascinaron a los mercados y protagonizaron subidas fulgurantes, para después perder el favor de los inversores y caer en la indiferencia o incluso en el descrédito, esta semana debemos referirnos a Palantir, la enigmática compañía fundada por el no menos misterioso Peter Thiel.

Palantir ofrece servicios de alto valor tecnológico, basados en sofisticados programas de inteligencia artificial, tanto al Pentágono como a los servicios de inteligencia norteamericanos, bajo sus dos plataformas Palantir Gotham y Palantir Metropolis, llamadas así por las ciudades de Batman y Superman, respectivamente.

Su fundador, Peter Thiel, no tiene tanto perfil público como Elon Musk, pero está considerado sin duda como una de las mentes más brillantes de Silicon Valley y también, por muchos motivos, como uno de los magnates tecnológicos más singulares, en un ecosistema en el que no faltan precisamente las personalidades excéntricas.

Thiel fue uno de los inversores iniciales de Facebook, ahora Meta, de cuyo Consejo dimitió hace pocos días, recibiendo los mayores piropos por parte de Mark Zuckerberg, quien recordó en la nota de despedida que Thiel creyó en Facebook cuando muy pocos lo hacían y que ha sido un privilegio tenerle a su lado diecisiete años.

Pues bien, Palantir cayó el pasado jueves más de un 15% en Bolsa tras presentar sus cifras del cuarto trimestre. Los ingresos crecieron pero las pérdidas aumentaron, y eso no sentó bien a un mercado financiero que, como decíamos la semana pasada, está en modo "show me the money", es decir quiere ver ya los beneficios y no se conforma con promesas de beneficios futuros (show me the money).

No deja de ser paradójico que Palantir se desplome justo ahora, cuando sus servicios parecen más importantes que nunca, dado el conflicto de Ucrania, que amenaza con terminar en guerra. Pero la Bolsa es así y, como se ve en el Gráfico adjunto, la cotización de Palantir marcó su máximo histórico el pasado 23 de septiembre de 2021 en 28,77 dólares por acción. El viernes cerró en 11,02 dólares por acción tras una caída del 62% en los últimos doce meses, muy cerca ya de los 10 dólares de su primera cotización bursátil en septiembre de 2020. Tras esa fuerte caída Palantir capitaliza más de 18.000 millones de dólares, una cifra nada despreciable para una empresa que pierde dinero y que no se sabe cuándo realmente lo ganará.

Somos en general reacios a invertir en empresas con tanta dependencia del sector público, aunque hay que reconocer que Palantir está en la vanguardia de la inteligencia artificial y por tanto de uno de los vectores claros de creación de valor en la nueva economía del conocimiento del siglo XXI.

Tal vez la caída de Palantir ofrezca una oportunidad, dado el mucho talento que sin duda encierra dentro esta compañía fundada por Peter Thiel, pero solo deberían, en nuestra opinión, considerar esa posible oportunidad los inversores con muy alta tolerancia al riesgo y que tengan un horizonte de largo plazo.