El QE de la Reserva Federal de los Estados Unidos, el programa de compra de bonos, tenía como finalidad reactivar la economía del país reduciendo las tasas de interés de largo plazo y por consiguiente favorecer el gasto y el consumo. Esta reducción, conocida como tapering, favorece al dólar norteamericano y perjudica a los emergentes, ya que produce un flujo de capital de los activos emergentes a los europeos y norteamericano.
Como se preveía, ayer la FED volvió a reiterar que aplicará un nuevo recorte a su programa, de manera que la compra mensual de bonos y valores hipotecarios pasará de 75.000 millones a 65.000 millones. Salvo sorpresas, este ritmo de reducción será el que se vaya aplicando próximamente en los próximos meses.
Una de las principales causas por las que la FED tiene pensado seguir con los descensos es la evolución económica del país. Si bien es cierto que la subida del empleo no mantuvo el ritmo deseado a finales del 2013, es el impulso del PIB el que anima a ver el horizonte con otros ojos.
El mensaje de Bernanke es claro: la retirada de los estímulos no se va a traducir en una subida de tipos de interés, ya que la idea es mantenerlos en el 0-0,25% (nivel en el que se encuentran desde diciembre del 2008) al menos hasta el 2015. La inflación sigue por debajo del objetivo a largo plazo, aunque es un hecho que una inflación permanente por debajo del objetivo del 2% puede representar un riesgo para la economía. Este es el motivo de que las compras de bonos se mantienen y solo se reducen progresivamente.
Los Bancos Centrales de los países emergentes intentan por todos los medios que el crecimiento económico se mantenga pese a los efectos de la inflación. El Banco de la India subió los tipos de interés para frenar la caída de la rupia. El Banco de Turquía también elevó los tipos de interés para frenar la fuga de capitales.
En el último análisis realizado el 2 de diciembre, les comenté que no tendríamos nuevo impulso al alza mientras no rompiese por arriba la resistencia de 1,3808. Pues bien, el precio llegó los días 11, 12, 18, 27 (hizo un intento de rotura pero tampoco ninguna sesión abrió por encima del nivel), 28 y 29 de diciembre tocando este nivel y rebotando siempre a la baja. Así pues, la resistencia se ha mostrado inexpugnable. no pudo con su resistencia.
Si observan el gráfico, verán que trazando retrocesos Fibonacci desde los máximos de mayo del 2011 a los mínimos de junio del 2012, el precio se ha detenido siempre al tocar el tercer nivel Fibonacci de 1,3827. Es precisamente este nivel de 1,3827 el que viene a reforzar la resistencia anteriormente comentada de 1,3808.
Como ya les he comentado en este artículo, la decisión de la FED tomada ayer acerca de seguir reduciendo el programa QE favorece al dólar norteamericano, de ahí que estemos asistiendo a caídas en el euro frente al dólar. La estructura técnica sigue siendo alcista pese a las caídas, no se han perdido soportes relevantes ni niveles de referencia, de manera que por el momento tan solo se puede definir como recortes dentro de un contexto alcista.
Para los inversores cortoplacistas, el nivel a vigilar es 1,3516. Por debajo de este precio se abre la posibilidad de que la debilidad se mantenga, por lo que el riesgo de más caídas se incrementaría.
Para aprovechar subidas, me lo plantearía en el torno de la zona de 1,3357, así como rompiendo por arriba 1,3808.