Los futuros de las bolsas europeas caen con fuerza, con una subida de 10% en el Brent hasta 130 usd/b (aunque ha llegado a superar 139 usd/b) ante la posibilidad de sanciones contra el crudo ruso, con lo que esto supondría sobre el crecimiento económico y lo que añadiría al shock inflacionista, incrementando el riesgo de un escenario de estanflación. Se desconoce aún si sería un embargo por parte de EEUU o también desde Europa, aunque parece que el movimiento inicial podría venir desde EEUU. La divisa europea sigue cayendo hasta niveles inferiores a 1,09 usd/eur y el T-bond sirve de refugio, TIR por debajo de 1,70%. El oro en 1.984 usd/onza aunque ha llegado a tocar 2.000 usd/onza.
De poco sirve en este escenario el compromiso del gobierno de China con mayores estímulos (fiscales y monetarios), compromiso que se deriva de su objetivo ambicioso de crecer +5,5% en 2022 (vs previsión de consenso +5% y FMI +4,8%). Estos estímulos serán posibles gracias también a una inflación mucho más controlada que en Occidente (+0,9% vs objetivo +3%).
Complicada situación para los bancos centrales occidentales. El viernes vimos cómo el mercado laboral en EEUU se aproxima al pleno empleo: 3,8% vs 4,0% anterior tras crearse +678.000e nóminas no agrícolas en febrero (revisión al alza en dos meses +92.000), a solo 2,1 mln de niveles pre-Covid. A pesar de cierta moderación de las presiones salariales (+5,1% vs +5,5% anterior), la situación del mercado laboral, junto con un nivel de precios muy elevado (IPC febrero podría repuntar hasta +7,9%e vs +7,5% anterior y con nuevas presiones al alza ante el conflicto de Ucrania), obligan a la Fed a ir moviendo ficha, con +25 pb esperados para la reunión del 16-marzo. Más difícil aún es la situación para el BCE, con Europa más impactada por el conflicto de Ucrania ante su elevada dependencia energética de Rusia.
De cara a esta semana, los mercados seguirán pendientes de la evolución del conflicto bélico en Ucrania y las tensiones Rusia-Occidente. En el plano macro, la atención estará puesta en la reunión del BCE del jueves 10 de marzo, donde la revisión del cuadro macro podría darnos una mejor idea del impacto esperado de la situación actual en crecimiento e inflación esperados, aunque entendemos que el extremo grado de incertidumbre abierto a raíz del conflicto bélico dificulta realizar cualquier estimación. En este sentido, lo más probable es que el BCE opte por ofrecer distintos escenarios. En cualquier caso y, al igual que la Fed, esperamos que modere su discurso para adaptarlo al entorno geopolítico actual, y que ya ha llevado a los mercados a eliminar cualquier expectativa de subida de tipos en Europa en 2022.
Los datos más relevantes de la semana serán los referidos al mes de febrero, especialmente en EE.UU. donde se publicará el IPC. También tendremos datos de IPC e IPP en China. Asimismo, tendremos producción industrial de enero en Alemania, España y Reino Unido. En cuanto a datos de confianza, destacar la consumidora preliminar de marzo de la Universidad de Michigan en EEUU (estabilidad esperada) y la confianza del inversor Sentix en Europa (fuerte caída estimada ante la situación de guerra en Ucrania).