El VIX, al que dedicábamos nuestra sección la semana pasada, llegó a superar los 25 puntos el martes tras las declaraciones de la consejera de la Fed Lael Brainard apostando por una retirada de liquidez ya en el mes de mayo, pero al final cerró el viernes relativamente tranquilo, en niveles de 22,9 puntos.

Quien no está nunca tranquilo es el fundador de Tesla, Elon Musk, a quien algunos consideran el mayor visionario actual de la tecnología y digno heredero de Steve Jobs. El pasado lunes Musk afloraba una posición del 9,2% en el capital de la red social Twitter, de la que él mismo es activo usuario, provocando una subida del valor nada más y nada menos que del 27% en la sesión.

No cabe duda de que Elon Musk ha elegido bien el momento de entrada. Tal y como se ve en el gráfico las acciones de Twitter habían caído un 40% en los últimos doce meses y cotizan a unos múltiplos sobre ingresos bastante razonables para los estándares del sector.

Es verdad que sus aproximadamente trescientos cincuenta millones de usuarios son pocos en relación con los más de dos mil quinientos millones de miembros de Meta/Facebook y que sus ingresos por publicidad quedan muy lejos de los de Google o los de Meta. Pero personajes como Trump o el propio Musk han hecho de Twitter su medio preferido para comunicarse con el mundo, y el concepto de Twitter como red descentralizada es enormemente atractivo, como se está comprobando en la guerra de Ucrania.

Seguro que Musk tiene en la cabeza algunas ideas para monetizar mejor Twitter y seguro que sus iniciativas en el Consejo de Twitter, al que se ha incorporado, no dejarán indiferentes a las Bolsas. Además, tendrá capacidad para llevarlas a cabo porque, a diferencia de Meta y de otras tecnológicas, en Twitter los derechos de voto no están reservados a los fundadores y ello permite a Musk ejercer un control notable sobre la compañía con su nueva posición del 9,2%.

De momento la acción, como se ve en el Gráfico, ha salido de su tendencia bajista y ha recuperado, casi de golpe, los niveles de diciembre, a la espera de que Elon Musk demuestre a los inversores que puede tomar decisiones que lleven el valor de nuevo a máximos.