Tobias Levkovich de Citi Research, en un reciente estudio en el que analiza la evolución del S&P 500 en los últimos 73 años, recoge la rentabilidad anual promedio del indicador según su ratio precio/beneficio (PER).
Como vemos con claridad, la mejor evolución del indicador estadounidense se presenta con un ratio/precio beneficio por debajo de 8x. Esto se repite también en otros mercados de valores occidentales, y tiene su lógica. Un Per por debajo de 8 veces beneficio sólo se alcanza cuando las condiciones del mercado provocan que los inversores sean excepcionalmente pesimistas, y asuman escenarios poco realistas.
En los mercados desarrollados es muy poco probable que el colapso sea tan grande como para que peligre su superviviencia (en otros mercados emergentes o subdesarrollados sí ha sucedido), por lo que la percepción del riesgo en esos momentos de valoración está sobrevalorada. Como señala el dicho, "hay que comprar Wall Street cuando la sangre correo por Main Street".
El segundo mejor comportamiento de los mercados se produce con un ratio Per entre 14-16 veces beneficio, que suelen estar asociados a fases económicas expansivas, donde los inversores tienen una gran confianza en los activos de riesgo, descuentan mejores empresariales en el futuro cercano, y en algunos casos, se llegan a crear burbujas.
El de peor comportamiento se localiza con ratios por encima de 20 veces beneficio (con promedios anuales negativos), y suelen darse con un optimismo inversor extremo y poco realista, con una economía sobrecalentada, y con un escenario de futuro tensionamiento de la política monetaria.
Actualmente la bolsa americana presenta un Per de 14-15 veces beneficio, lo que sugiere una rentabilidad anual promedio sel 12%. El promedio del Per en las bolsas europeos es menor (12-13 veces beneficio), lo que implica una rentabilidad esperada entorno al 10%