Los Bancos europeos, a los que dedicábamos nuestra sección el pasado lunes, han subido esta semana, recuperando una parte de las pérdidas de la semana pasada, pero todavía afectados por el impuesto anunciado por el Gobierno español y por la dimisión de Draghi en el caso de los Bancos italianos.

Pero la mirada de las Bolsas se ha desplazado a la presentación de resultados, que es el verdadero campo de batalla de las compañías para intentar convencer a los inversores de su posicionamiento y de su futuro en términos de creación de valor. Y dentro de esas presentaciones de las cifras del segundo trimestre, las de las tecnológicas empiezan a captar la atención de los inversores, que responden a los números presentados según les gusten más o menos.

La semana pasada hemos visto dos casos muy diferentes. Primero fue Netflix la que presentó sus resultados el pasado martes, y lo que dijo la empresa de "streaming" gustó mucho al mercado, al ser mucho mejor de lo esperado, y al perder solo un millón de suscriptores en lugar de los dos previstos. El gráfico muestra en rojo la subida de la cotización de Netflix a lo largo de la semana, hasta cerrar el viernes a 220,4 dólares por acción.

La otra cara de la moneda ha sido, esta vez, Snap, la red social creada por Evan Spiegel, que anunció gruesas pérdidas en el segundo trimestre, que provocaron un desplome del 39% en la sesión del viernes. La caída de Snap arrastró, en cierto modo, al conjunto del mercado, al impactar también en acciones como Meta/Facebook, que cayó un 7,6% en la sesión del viernes.

Netflix y Snap se han convertido así en la pata de arriba y la pata de abajo de esa "K" bursátil a la que tanto nos gusta referirnos, recordándonos que la Bolsa del futuro es una Bolsa de ganadores y perdedores exponenciales, también en el sector tecnológico. O quizás muy especialmente en el sector tecnológico, lo que obliga a Evan Spiegel a demostrar que su compañía, que sin duda es innovadora y valiosa, es capaz de crear valor desde los poco más de dieciséis mil millones de dólares de capitalización que vale tras la caída del viernes.