Una crisis bancaria comienza con pérdidas en las inversiones, de manera que los bancos no tienen más remedio que vender sus activos con la idea de reducir su endeudamiento.Producto de esto, los precios de los activos siguen cayendo y por tanto se incrementan las pérdidas. Como colofón final, aparece el temor por la seguridad de los depósitos. básicamente porque los bancos tan solo hacen acopio de un pequeño porcentaje de sus depósitos en metálico, por lo que una demanda en exceso de retirada de capital por parte de los clientes al mismo tiempo significa que solo los primeros podrán recibir su dinero.
La mecánica es que los bancos realizan inversiones a largo plazo, aunque mantienen dinero en depósito para los clientes que desean retirar capital, pero claro, con el temor por la viabilidad de los depósitos, todos querrán sacar su dinero enseguida. Este hecho origina que los bancos sigan vendiendo sus activos con pérdidas. Como pueden ver, es la serpiente que se muerde la cola, a más pánico entre los clientes, más ventas han de hacer los bancos con pérdidas y menos capital para poder repartir.
Esta es una de las explicaciones por las cuales un banco sano puede quebrar víctima del pánico de los clientes. Una conclusión desarrollada por los economistas Diamond y Dybvig en su modelo matemático acerca del pánico bancario. No es un tema baladí, basta recordar que a primeros de los años 30 quebraron 9.000 bancos, un tercio del sistema bancario.
Hasta hace muy poquito tiempo, uno de los grandes temores que tenían los líderes de la zona euro era que un pánico bancario generalizado en varios países podría colapsar la Eurozona, comenzando por Grecia y siguiendo con Italia y España. ¿Pero no podía la UE afrontar esta situación, no tiene medios propios a su alcance? Claro que sí:
- Garantizar los depósitos: los países tienen un fondo de garantía de depósitos al que los clientes del banco en quiebra pueden acudir para recuperar sus ahorros, pero no es la panacea, ya que está ideado para hacer frente a la quiebra de uno o dos grandes bancos, pero no para una retirada masiva de dinero.
- Restringir la retirada de efectivo: me gusta bastante la diferenciación que realiza el profesor Xavier Sala-i-Martín entre corralito y corralón: el corralito fue lo que impuso Argentina en diciembre de 2001, antes de la devaluación y suponía que los ahorradores solo podían retirar el equivalente a 250 dólares a la semana. En cambio, el corralón en Grecia sería por ejemplo que una vez que han secuestrado tu dinero en euros, te lo devuelven pero no en euros, sino en dracmas y en cuestión de meses, el dracma perderá mucho de su poder adquisitivo, empobreciendo a millones de griegos.
Pero olvidamos un pequeño detalle, que la UE no es un Estado.
Probablemente la única solución que podría eliminar la amenaza de un pánico bancario sería contar con un fondo de garantía de depósitos y un mecanismo para la disolución de aquellos bancos que estén en problemas.
¿Recuerdan cuando les hablé de la Teoría del juego de Nash? Pues en el ámbito del pánico bancario también se observa.
Si el inversor 1 cree que el inversor 2 sacará su dinero en la fecha x (antes del vencimiento de un depósito bancario), también procederá a retirar su dinero, pese a que a ambos inversores les rentaría más esperar a la fecha xy (una vez haya vencido el depósito). Es cierto que este dilema varía un poco respecto al famoso dilema de los prisioneros de Nash, ya que aunque en ambos casos se produce el equilibro Nash que origina unas ganancias ineficientes, en el caso de los prisioneros se produce un único equilibrio, mientras que en el caso de los inversores también existe un segundo equilibrio que es eficiente.