Los dos valores que protagonizaban nuestra sección el pasado lunes, Nvidia e Icahn Entreprises, han subido esta última semana. Si bien la subida ha sido muy superior para el atribulado holding financiero de Carl Icahn, que ha ganado un 6,8% en las cinco sesiones, que para la muy admirada fabricante de chips de última generación Nvidia, cuya espectacular subida de un 169% en lo que va de año está muy vinculada a las expectativas sobre la nueva inteligencia artificial “generativa”.
Esas expectativas positivas se han contagiado al resto de las grandes tecnológicas, y en el mes de mayo el Nasdaq subió un 5,8% mientras que los más tradicionales Dow Jones y Eurostoxx cayeron respectivamente un 3,5% y un 3,2% en el mes.
La tendencia alcista del sector tecnológico ha continuado al empezar junio, y la semana pasada hemos visto como el índice tecnológico Nasdaq ha subido un 2%, cerrando su sexta semana consecutiva al alza, algo no visto desde 2020. En lo que va de año el Nasdaq acumula una subida del 26,9% frente a una subida del Dow Jones del 1,9%.
Es bueno recordar que a fines de 2022 la opinión dominante era que las llamadas compañías “value”, cuyo precio en Bolsa estaba por debajo de su valor de balance, eran una apuesta segura mientras que las compañías llamadas de crecimiento (growth), cuya valoración se basa en el crecimiento de los flujos futuros de ingresos y beneficios, no eran un sector atractivo porque al subir los tipos de interés los flujos futuros valdrían menos al ser descontados a valor presente.
El ejemplo más claro de compañías “growth” son las tecnológicas, y la realidad es que en los cinco primeros meses han sido las que mejor se han comportado. Al margen de otras consideraciones, como la de que las Bolsas siempre se empeñan en llevar la contraria al consenso, lo que ha sucedido es que la opinión contraria a invertir en empresas “growth”, que como decimos era la mayoritaria a fin de 2022, está olvidando que estamos en una economía de innovación disruptiva permanente y que en esa economía, las tecnológicas innovadoras van a crecer de forma exponencial y algunas de las tradicionales van incluso a desaparecer.
Como decíamos la semana pasada, refiriéndonos a Nvidia, las grandes tecnológicas, y también muchas pequeñas y medianas, cotizan tras la subida a multiplicadores de beneficios (PER) estratosféricos, y en algún momento van a corregir.
Pero lo realmente importante es que la subida del Nasdaq, que se aprecia muy bien en el Gráfico que adjuntamos, está señalizándonos que estamos ya en la economía poscovid, una economía en un proceso de transformación profunda que, en una parte, van a diseñar compañías como las que forman parte del índice Nasdaq 100.
Aunque pensamos que en la segunda parte del año veremos momentos de incertidumbre y recorte para los mercados, en nuestra opinión, es bueno ir invirtiendo poco a poco, pero desde ya, en las buenas compañías tecnológicas innovadoras o, si se prefiere, en el Nasdaq de forma diversificada.
Tenemos que recordar siempre que este tipo de inversiones sólo es apta para inversores muy tolerantes al riesgo y que tengan un horizonte temporal largo en sus inversiones.