En concreto, el Gráfico refleja la evolución de la cotización el último año de Bit Digital Inc, compañía dedicada a la "minería" de bitcoins y ethereums que cotiza en la Bolsa Nasdaq, una evolución que refleja, en ocasiones amplificándola, la evolución del precio del Bitcoin. En él se puede ver la impresionante recuperación del Bitcoin desde sus mínimos de fines del año pasado, y el último tirón de la semana pasada, debido en gran medida a que BlackRock ha lanzado un ETF sobre el Bitcoin.
Tras la subida del 17% esta última semana, que le ha llevado en algunos momentos de las últimas sesiones a cotizar por encima de 31.400 dólares, su mayor nivel desde junio del pasado año, el Bitcoin ha casi doblado el precio al que cotizaba al empezar el año, en torno a 16.500 dólares. Y es llamativo que lo haya hecho precisamente después de que la Comisión de Valores americana (SEC), y otros supervisores europeos, hayan iniciado una dura investigación contra las dos principales plataformas de negociación de criptoactivos, Coinbase y Binance, prohibiendo incluso a esta última su operativa hasta que finalice dicha investigación.
¿Qué mensaje o mensajes nos envía el Bitcoin?
Posiblemente el primero es que, en el inevitable y además necesario pinchazo de la burbuja y de los excesos del mundo cripto, el Bitcoin se perfila, junto al Ethereum, como la opción ganadora. Es altamente probable que los otros miles de criptomonedas creadas, algunas de ellas casi de broma, durante los diversos episodios de locura especulativa que ha vivido el mundo cripto, desaparezcan tarde o temprano, pero el Bitcoin saldría incluso reforzado de esa purga.
Ese mensaje conecta con el que tal vez sea el principal. Y es que, le pese a quien le pese, el Bitcoin ha llegado para quedarse, porque el mundo poscovid necesita una válvula de escape monetaria, una especie de "oro digital" que haga las funciones del dinero para quienes no deseen utilizar, total o parcialmente, el dólar, el euro, el yen, el yuan o cualquier otra moneda oficial.
De que esa comunidad que desee utilizarlo sea mayor o menor, dependerá del precio al que finalmente se estabilice el Bitcoin en relación con la hoy por hoy (y seguramente por mucho tiempo) moneda oficial dominante, el dólar. Es muy difícil ahora mismo determinar si al final esa estabilización se va a producir en los niveles actuales de 30 mil dólares, o en niveles mucho más bajos (por ejemplo 5 mil o 10 mil dólares) o en niveles estratosféricos, como los 100 mil dólares, 500 mil dólares, o incluso el millón de dólares, a los que algunos apuntan.
En gran medida, el precio de equilibrio dependerá de cuál sea la política de emisión monetaria de los Bancos Centrales en el futuro, una política que la Fed, el BCE y otros Bancos Centrales (aunque no todos como lo demuestra el Banco de Japón) desean moderar, pero que no parece que puedan eliminar totalmente en los próximos años o décadas.
De momento el Bitcoin ha recuperado los 30 mil dólares y con ello nos dice que desea reclamar su puesto en la economía poscovid.