La volatilidad, a la que dedicábamos nuestra sección el pasado lunes, ha repuntado los últimos días, tal y como anticipábamos y como era previsible, aunque todavía se mantiene en niveles muy moderados, en torno al 15%. En concreto el VIX, que mide la volatilidad del S&P, ha subido un 9% esta semana, cerrando el pasado viernes en 14,83 puntos frente a los 13,59 a los que cerró el viernes anterior.
La gran duda es si estamos ante un repunte transitorio, que en pocos días dará paso a una nueva etapa de calma, o si más bien estamos ante un cambio más profundo, que pueda llevar a los mercados a una fase de mayor volatilidad a lo largo del verano.
Esa duda conecta de pleno con el gráfico que hoy adjuntamos, que refleja la evolución del S&P esta última semana. Como se aprecia en el gráfico, el jueves pasado, las Bolsas sufrieron fuertes caídas por temor a que las subidas de tipos puedan ir mucho más allá. La publicación de las actas de la última reunión de la Fed, el miércoles, unida a unos buenos datos de empleo semanal americano, el jueves, reavivaron esos temores dando lugar a una fuerte subida de tipos en el bono a 2 años del Tesoro americano, que subió a máximos de los últimos 16 años, y a una corrección que en el caso de las Bolsas europeas llegó casi al 3% en la sesión y en el de los tres grandes índices americanos (Dow, S&P y Nasdaq), se quedó finalmente en el 1%.
El viernes, las Bolsas parecían entonarse un poco, y de hecho el Eurostoxx y el resto de las Bolsas europeas acabaron con ligeras ganancias (+0,3% en el caso del Eurostoxx), pero el S&P y los índices americanos no pudieron mantenerse en positivo y terminaron en rojo, concretamente en el caso del S&P, cayendo un 0,3% en la sesión. El gráfico adjunto muestra muy bien esa vuelta hacia abajo del S&P en la última parte de la sesión del viernes.
A punto de empezar la temporada de resultados empresariales del segundo trimestre, el mal cierre del viernes deja la duda de si estamos o no ante algo más profundo. Una duda en cuya resolución es clave lo que nos digan las empresas sobre cómo están viendo el futuro, en un mundo que poco a poco se va perfilando ese escenario de aterrizaje, esperemos que suave, tras la intensa subida de los tipos de interés este último año.