Repasemos algunos datos objetivos. El precio llevaba estancado dos días en la resistencia situada entre 2.938,39 y 2.962,42 (no mostrada ya en el gráfico). Según la onda sinusoidal, el techo de ciclo se había dejado atrás. Por añadidura, una vibración de Gann capaz de forzar un techo figuraba entre las 09:00 y las 11:00 de hoy mismo. Además, refería en el último informe que al encontrarse el Eurostoxx muy cerca de la línea horizontal (2.922,65), ésta corría el riesgo de ser rota con facilidad ante cualquier impulso bajista del precio.

Todos estos factores han creado el caldo de cultivo perfecto para permitir que el ciclo cambie hoy a la fase descendente, circunstancia certificada por el oscilador de confirmación.

Así las cosas, es obligado ponerme a la tarea de avizorar el futuro. En este sentido, el primer objetivo de caída de la fase descendente se sitúa entre 2.892,14 y 2.877,15. Un segundo objetivo se acomoda entre 2.845,96 y 2.830,17.

Del indicador de momento nos llega el dibujo de una potencial divergencia inversa alcista (líneas rojas). No obstante, debemos esperar a que se confirme antes de siquiera conjeturar sobre el efecto que pueda tener sobre el precio.

Dentro del pronóstico de carácter temporal, debo decir que la onda sinusoidal prevé el suelo teórico (ST) del ciclo para mañana, entre las 11:00 y las 13:00. En la misma franja temporal aparece mañana una vibración de Gann capaz de forzar un suelo. Una segunda vibración se localiza el  25 de septiembre, entre las 11:00 y las 13:00.

Por último, para activar una señal de la posible conclusión de la fase descendente del ciclo, el precio debe romper al alza la línea horizontal situada en 2.936,09.

Permanezcan atentos.