Me reuní con Fredy Campoverde, agroindustrial del norte peruano. Lo encontré tenso porque debía viajar a Estados Unidos de América (EEUU) a renegociar los términos de sus Futuros y contratos para la entrega de su producción, obviamente era un viaje no programado, sin agenda, sin datos y que surgió de la novísima política económica del presidente Donald Trump al variar los aranceles, a decir de Fredy “a lo mono loco con metralleta”. A raíz de eso comentamos el panorama actual.
En términos económicos; en EEUU y según la versión oficial “no pasa nada”, lo cierto es que hay un resentimiento en la estructura de compras, para nadie es un secreto que la globalización de los mercados, los insumos y productos se afectan al más mínimo movimiento de los “gigantes de la economía, manufactura y comercio mundial” como; Rusia, China liderando el bloque asiático, EEUU, y la Unión Europea (UE).
Rusia está resolviendo sus temas internos derivados de su guerra con Ucrania. En China, más allá de las respuestas rápidas del presidente Chino Xi Jinping y una ágil reestructuración de algunas metas en el corto plazo, para el largo plazo saben que el panorama se aclara y se impondrán las leyes del mercado que rigen la economía; oferta y demanda.
En EEUU la escalada generada por la guerra comercial desatada a nivel mundial, tiene impacto en la eurozona aún débil, pero, por el contrario, está desatando una recesión en EEUU, que provocará recortes por parte de la Reserva Federal, ya ha causado la caída de las acciones de las empresas americanas en las bolsas de todo el mundo y la pérdida del valor de sus bonos.
En la zona euro, Sven Jari Stehn, economista de Goldman Sachs, describe la situación como "mayoritariamente moderado" y un "marcado" descenso de la inflación de los servicios y afirma que “el impacto de las tensiones comerciales sobre la inflación era menos que claro".
Así de complicado es el panorama en que Fredy, tiene que renegociar su producción de aguacates o paltas como decimos en Perú, que, si el panorama sigue igual de incierto, podría perder el esfuerzo de muchas generaciones de agricultores en su tradición familiar; de verdad “Que palta”.