La inflación en la eurozona sigue preocupando al BCE, que seguramente actuase si observa un empeoramiento en la perspectiva de la inflación. La entidad baraja este tema como una amenaza para la recuperación económica, encontrándose en niveles muy alejados del objetivo del 2%. Pero también busca mecanismos para que fluya el dinero de los bancos a las familias y a las pymes. Son dos cuestiones que de no resolverse pronto, darán al traste con la recuperación en la región.
Hay dos medios de expansión monetaria por parte de los Bancos Centrales. Por un lado el programa QE que aplicó la Reserva Federal de los Estados Unidos, El banco de Japón y el Banco de Inglaterra. Por otro lado el programa LTRO que aplicó el Banco Central Europeo.
Es cierto que Mario Draghi no descarta aplicar un QE, pero se toparía con la oposición de Alemania. Hay otra posibilidad que sería adquirir deuda bancaria (los antecedentes datan de 2009 y 2010) para facilitar la financiación de los bancos europeos, comprando títulos respaldados por los préstamos concedidos a las pymes, de esta manera se incentivaría que el grifo del crédito deje de estar cerrado para las empresas.
A finales de año Draghi volvió a poner sobre la mesa como tercera opción un LTRO, operación de financiación bancaria a largo plazo. No es más que un préstamo que hace el BCE a los bancos de la zona euro, un préstamo a largo plazo y a un tipo de interés bajo para que los bancos puedan financiarse. Es cierto que la idea era que con estos programas se abriese el grifo del crédito, es decir, que las entidades volvieran de nuevo a conceder créditos a empresas y a familias (tuvimos un primer LTRO en diciembre del 2011 y una segunda edición en febrero del 2012, si sumamos ambos préstamos, tenemos 1 billón de euros), pero por desgracia no fue así, ya que los bancos prefirieron hacer carry trade de la deuda española, endeudándose al 1% y comprando deuda española a un tipo de interés incluso del 5%. De esta manera, digamos que la financiación que el BCE prestaba a los bancos era utilizada por éstos para hacer negocio y dinero con el carry trade, en vez de para conceder créditos a empresas y familias.
Precisamente para que no se vuelva a repetir esto, para evitar que los bancos utilizasen el dinero del LTRO para comprar deuda pública, el requisito que se impondría sería que el dinero se destine a conceder préstamos a las empresas, con lo que tendríamos un LTRO supeditado a una condición expresa.
Particularmente me sigue gustando la opción de pasar a negativo la tasa de depósito, de esta manera se le cobra a los bancos que dejan el dinero depositado en el BCE. Es una manera de penalizarles si no le dan movimiento y salida a dicho dinero. No es una tontería este tema, fíjense que cada día se deposita en el BCE 120.000 millones de euros.