Mapfre presentó sus resultados anuales. En el 2013 ganó un 18,7% más que en el año anterior, aunque bien es cierto que el mercado esperaba bastante más al respecto, ya que en su momento la compañía tuvo que hacer frente a provisiones por el tema Bankia y una vez pasado ese tema se esperaban mejores números. ¿Motivos? Básicamente la fuerte devaluación de las divisas latinas donde la compañía tiene una fuerte exposición, ya que el 75% del beneficio total de la compañía española provino de allí.
Por otro lado, resaltar que se va a incrementar el dividendo, repartiendo uno complementario de 0,08 euros brutos, elevando a 0,13 euros por acción el dividendo total, lo que implica un incremento del 18%.
El 2014 presenta buenas perspectivas para los mercados de renta variable, sobre todo el europeo y el español por encima del norteamericano, ya que Estados Unidos está inmerso en la retirada progresiva de su programa QE, en cambio el BCE continuará con las medidas de estímulo y unos tipos de interés muy bajos aparte que se espera una mejora de los resultados empresariales.
La estructura técnica de Mapfre es claramente alcista, marcando máximos y mínimos ascendentes y encontrándose el precio inmerso en un canal tendencial de sesgo alcista. En el corto plazo, vigilancia en los 3 euros. Esto significa que inversores cuyo horizonte temporal es el muy corto plazo, si pierde los 3 euros deberían de abandonar este título, ya que se abriría un posible escenario de recortes sin descartar ver los 2,74-2,75 euros. Por tanto, por encima de esta referencia la fortaleza sigue intacta.
Rompiendo por arriba los 3,46 euros abre la posibilidad de un nuevo impulso al alza, de manera que sería interesante estar atentos a esta posibilidad cuando se produzca.