No hay ningún gran artículo en estos momentos que no haga referencia a un acrónimo útil. Desde el ascenso de los BRICS, a los PIGS de la periferia europea, a los MINTs que ahora representan la siguiente ola de incertidumbre (México, Indonesia, Nigeria y Turquía, en caso de que se lo pregunten).
Justo en ese momento, la caída de los mercados emergentes, que comenzó este año nos ha dado, por cortesía de los analistas de Morgan Stanley, la siguiente denominación los "Cinco Frágiles": compuestos por Indonesia, Sudáfrica, Brasil, Turquía y la India. Estos países han sido elegidos porque sus grandes déficits por cuenta corriente que les hacen muy vulnerables a la salida repentina de capitales extranjeros.
La mayoría de analistas creen que si hay una tormenta a punto de estallar en la economía mundial, vendrá de los mercados emergentes.
El problema es que no es cierto, dice Matthew Lynn, de Marketwatch.
"Los verdaderos Cinco Frágiles no son los cinco mercados emergentes mencionados por Morgan Stanley, sino cinco economías desarrolladas de las que casi nadie se preocupa.
Es cierto que algunas de las economías emergentes han aspirado una gran cantidad de capital, y se han producido unos grandes déficits comerciales. Pero no hay nada malo en ello. Lo mismo ocurre con muchas de las economías en desarrollo.
La próxima crisis se iniciará, como lo hizo la última, en una de las economías desarrolladas. Es mucho más probable que provenga de Francia, Alemania, Gran Bretaña, Australia o Canadá. Esas naciones son las verdaderas Cinco Frágiles - y muy pocos inversores se preocupan por ellas.
Para ser justos, hay cierta lógica en que se señale a los cinco mercados emergentes como fuentes de problemas mientras los mercados mundiales de capital se tambalean. Cualquier economía que depende del capital extranjero es vulnerable a cambios repentinos en el estado de ánimo. Si ese dinero regresa súbitamente a casa, puede inducir una crisis rápida. Las monedas caen, y las tasas de interés tienen que subir muy rápido - como Turquía acaba de descubrir.
Y, sin embargo, no hay nada intrínsecamente malo en las naciones en problemas. Si se está invirtiendo en nuevas carreteras, aeropuertos y fábricas, será útil. Naciones de rápido crecimiento tienen dificultades para financiarse por ellas mismas, de la misma manera que las empresas de rápido crecimiento.
De hecho, los riesgos reales están en el mundo desarrollado. Los países con deudas impagables, un crecimiento lento, las economías desequilibradas, los sistemas bancarios hinchados, y a menudo grandes déficit comerciales, generarán problemas."
Estas son los Cinco Frágiles que los inversores deben temer (vía Matthew Lynn):
1. Francia. La única medida económica en la que Francia supera al resto es la acumulación de nueva deuda. El gobierno admite que este año la deuda subirá por encima del 95% del PIB (producto interior bruto), cerca del nivel del 100% en el que se vuelve descontrolada. El país está al borde de una nueva recesión, incluso aunque el resto de países de la eurozona están recuperándose modestamente.
El desempleo está castigando a la población, elevándose al 11,1% de la población activa en diciembre. El déficit comercial es ya del 2,2% del PIB, y crece día a día - una señal preocupante para lo que era tradicionalmente una importante economía manufacturera y exportadora.
En realidad, la economía francesa ha estado viviendo de glorias pasadas. Ahora está a sólo una crisis de la debacle.
2. Reino Unido. Gran Bretaña se está recuperando a unos de los ritmos más rápidos dentro del mundo desarrollado, y el desempleo se ha reducido drásticamente. Pero no se deje engañar.
De hecho, los británicos han recreado inteligentemente una mini-versión del boom 2005-2008. El aumento de la deuda, y el aumento de los precios de las viviendas, son el motor de la reactivación de la economía, con una deuda pública enorme y bajas tasas de interés que meten leña al fuego. Pero está tan desequilibrada como siempre, y su sector bancario sigue hinchado. El déficit comercial se acerca al 4% del PIB - mayor que la "frágil" Indonesia, y no mucho menos que la India.
Si una economía es vulnerable a una corrida contra la moneda, esa es la del Reino Unido.
3. Alemania. El hombre fuerte de Europa sólo se ve "fuerte" cuando se compara contra los débiles. La producción industrial bajó un 0,6 % el mes pasado. Las ventas minoristas cayeron un 2,5% en diciembre, y aumentaron en un casi imperceptible 0,1% en el conjunto de 2013. En general, se espera que la economía se haya expandido apenas un 0,25% en el último trimestre.
El que logró vender a los mercados la idea de que Alemania es una historia de éxito en estos momentos debe ser contratado para hacer que los Juegos Olímpicos de Sochi se vean como una celebración de los derechos humanos.
Con una población que envejece, el alza de los costos de energía, y mercados sobre-regulados, la economía alemana es un accidente esperando a suceder. Su enorme y caro mercado de bonos será aplastado cuando suceda.
4. Australia. En la última década, Australia se ha convertido en una mina enorme para las fábricas chinas, pero a pesar de todas esas exportaciones fáciles, se las arregla para mantener un gran déficit comercial - más del 3,5% del PIB, incluso aunque se haya reducido en los últimos meses.
Es una clara señal de que los australianos han estado viviendo por encima de sus posibilidades. El dólar australiano ha sido castigado, cayendo un 13% con respecto al dólar de EE.UU. el año pasado. Tarde o temprano, la economía china va a reequilibrarse más hacia los servicios y los bienes de gama más alta, y eso significa que necesitará menos materias primas australianas. Cuando esto suceda, la economía estará en grandes problemas.
5. Canadá. Probablemente la única cosa buena que decir sobre Canadá en estos momentos es que se las arregló para "traspasar" a su gobernador del banco central - Mark Carney - a los británicos, para los que está inflando la burbuja inmobiliaria.
Rebajar las tasas de interés cuando Canadá apenas sufría la crisis financiera fue error, y creó de un boom inmobiliario totalmente innecesario. Ahora que la economía se ha desacelerado, estos excesos se tienen que corregir, y todos sabemos lo que viene después.
Por supuesto, nadie sabe con precisión de dónde vendrá la próxima crisis. Pero imaginar que vendrá de las economías que tienen poca deuda y rápido crecimiento, como son las economías en vías de desarrollo, es muy del siglo XX. En esta década, el problema vendrá de los países desarrollados, tal y como lo hizo en 2008 - y los cinco anteriormente analizados son los puntos de inflamación potenciales."