Los grandes inversores vendieron grandes posiciones en los mercados de acciones la semana pasada. Y de acuerdo a las últimas informaciones que estamos conociendo, con la liquidez conseguida compraron bonos, justo antes de que estos cayeran.
Este último ejemplo de inversión con "el pie cambiado" también se vio en las semanas previas a la Navidad. En aquel entonces, los inversores sacaron su dinero de los bonos y compraron acciones. Naturalmente, esto fue justo antes de que los mercados de valores se desplomaran y los bonos subieran.
Así que muchos inversores actúan como un gato en un tejado de zinc caliente, siempre en movimiento, siempre tratando de adivinar a qué lado saltar. ¿Dejará la Fed de recortar sus estímulos si el mercado laboral sigue débil? ¿Se desplomará China? ¿Subirá la inflación?
El estratega cuantitativo de SG Securities Andrew Lapthorne dirigió mi atención hacia una nota de investigación absolutamente fascinante que realizó hace un año Dylan Grice y que recoge Brett Arends en MW.
Para decirlo en pocas palabras, Grice tiene un consejo para todos nosotros: ¡No sea un gato sobre un tejado de zinc caliente... sea una cucaracha!
¿Qué dijo Dylan Grice?
"Las cucarachas tienen mala prensa. "Son una plaga. No las queremos en nuestras casas. Principalmente, nos gustaría eliminarlas. Pero las cucarachas tienen unas notables y poco apreciadas características.
Son unas supervivientes. ¡Y de qué manera!
Llevan en la Tierra unos 350 millones de años, lo que significa que hasta ahora han sobrevivido 7.000 veces más que la raza humana. Sobrevivieron a los dinosaurios, y millones de otras especies. Han sobrevivido a tres de las cinco "extinciones masivas" que han barrido el planeta, cada una de las cuales acabaron con cerca de tres cuartas partes de las especies. Pueden pasar sin aire 45 minutos, sobrevivir bajo el agua durante una media hora, sobrevivir a temperaturas bajo cero y soportar la radiación 15 veces más que los humanos.
No, no son inteligentes. Pero como señala Grice, las cucarachas pueden sobrevivir a una explosión nuclear, aunque no puedan construir una bomba nuclear.
¿No sería genial si fuéramos capaces de encontrar una cartera de inversiones que fuera tan robusta? ¿No sería fantástico si pudiéramos encontrar una cartera que podríamos olvidar, ya que fue diseñada para soportar todo lo que venga?
La Cartera de la Cucaracha
La Cartera de la Cucaracha de Grice es una cartera dividida en cuatro partes iguales: Acciones, bonos, dinero en efectivo (depósitos o Letras del Tesoro), y lingotes de oro.
¿Por qué esta cartera puede ser una mejor solución que tu "cartera equilibrada" de acciones y bonos? Sencillo.
Mientras que las acciones y los bonos lo han hecho muy bien durante los últimos 30 años, fueron golpeados durante los inflacionarios años 70. También fueron superados en la década de los años 40. Los inversores de la década de los 70 que confiaron su dinero a una "cartera equilibrada" de acciones y bonos terminaron siendo devastados por la creciente inflación.
"Una verdadera cucaracha sobreviviría a la década de 1970", señaló Grice. "Sería resistente a la inflación, a la deflación, resistente a la inflación del crédito, resistente a la deflación del crédito.
Una cucaracha, siendo simple, una robusta superviviente, no trataría de adivinar lo que puede suceder: Se prepara para todas las eventualidades.
Grice estudió cómo se habría comportado esta cartera desde 1970. Y se encontró con dos cosas notables:
1) Se comportó muy bien en los traumas de la década de 1970, y a las crisis financieras de los últimos 14 años.
Cualquiera que hubiera confiado su dinero a la "Cartera de la Cucaracha" en los últimos 50 años habría dormido tranquilamente.
En los crash de 2000-03 y 2007-09, la mayor caída de la Cartera de la Cucaracha - el descenso desde el valor máximo de la cartera al mínimo - habría sido de aproximadamente del 15%. Eso es cuando se mide en dólares constantes, ajustados a la inflación.
De vuelta a la década de 1970, la caída máxima de la cartera habría sido de alrededor de un 20% entre 1978 y 1981 (también en dólares constantes).
Por otra parte, los costos de esta tranquilidad son muy escasos. En más de 50 años, esta cartera ha mostrado una rentabilidad media anual de alrededor del 5% anual.
Eso no está muy por debajo del 5,5% anual de las acciones y muy por encima del 4% de los bonos.
Arends tiene algunas reservas acerca de esta cartera en particular. El oro era oficialmente "dinero" hasta la década de 1970 y el precio había estado controlado artificialmente por los bancos centrales en los anteriores 40 años. Así que en la década de 1970 los inversores de oro disfrutaron de una subida enorme, cuando los precios del oro fluctuaban libres y se puso al día. "Me pregunto si los fideicomisos inmobiliarios de inversión, o de madera, o aceite, o bonos del gobierno protegidos contra la inflación pueden ser una inversión mejor en la actualidad. El problema con el oro, como siempre, es que no genera ningún tipo de ingresos", dice.
Pero es interesante cómo la Cartera de la Cucaracha se asemeja a la cartera de Jakob Fugger "the Rich", el magnate alemán. Fugger consiguió su riqueza gracias a una cartera que tiene a partes iguales: acciones, bonos, oro e inmuebles.
Lo que es realmente interesante es hasta qué punto estas carteras difieren de la sabiduría convencional de hoy en día del 60 % en acciones y 40% en bonos.
Si usted se muestra alguna vez incómodo con su cartera siga el consejo de Dylan Grice e invierta como una cucaracha.
Fuentes: Brett Arends - MarketWatch