Hace unos días, 18/9, contrariamente a lo que los mercados estaban esperando, la FED decidió no comenzar a contraer el QEIII (política monetaria laxa). Se me ocurren varias razones por las cuales no sucedió lo que la gran mayoría teníamos en la cabeza y porque fue el 1er statement del FOMC en diferir tanto de su predecesor:
QE es una cuestión de fundamentals, no de calendario: inflación históricamente baja (1.5% yoy), lejos del target máximo de 2.5% y desempleo en 7.3%, aun lejos del objetivo de 6.5%. Estos datos son positivos pero no evidencia suficiente para que el comité decida limitar la política acomodaticia.
Tightening de la condiciones financieras globales por las expectativas de tapering (reducción del QE). Tras la conferencia de prensa de junio en la que Bernanke comento que la economía de USA mostraba una mejoría las tasas libres de riesgo se pegaron un viaje hacia arriba entrando pasando de un contexto de tasas mínimas a tasas bajas.
Debt Ceiling. Tanto en el statement como en la conferencia a Ben se notó una importante molestia de la Reserva Federal con el Congreso: la política fiscal esta restringiendo el crecimiento económico y presenta un riesgo inminente.
Aunque ambos partidos estén de acuerdo en que se debería recortar el déficit, no aumentar el debt ceiling no lo limitaría. Las erogaciones ya fueron aprobadas, por lo que la diferencia entre ingresos y gasto públicos debe ser compensada tomando préstamos. La imposibilidad de aumentar el debt ceiling limitaría la capacidad del estado de tomar prestado para refinanciar sus obligaciones ya contraídas, no de seguir endeudándose. De no llegar a un acuerdo USA no podría afrontar todos sus pagos, debiendo optar por defaultear su deuda o un government shutdown (el gobierno limita sus actividades a los servicios básicos). Aunque en última instancia, la disputa por el debt ceiling se reduce a una lucha política en la cual los republicanos más extremos utilizan como fuente de presión el cierre de Washington para desfinanciar Obamacare (Ley de salud inclusiva).
Según Bernanke: “la mínima demora en los pagos de deuda del tesoro americano podría generar downgrades de rating soberano, dudas sobre la capacidad de pago de USA y sobre el rol del USD y los securities en los mercados internacionales. Las tasas aumentarían, retrasando la recuperación económica”. El default de los pagos de seguridad social, sueldos y gasto publico tendría un efecto negativo a través de la recaudación y la actividad. Por otro lado, las meras expectativas podrían generar un selloff de treasuries americanos amplificando el proceso de aumento de tasas. Los planes expansivos fueron exitosos en reflacionar la economía pero si el congreso no soluciona la cuestión fiscal aunque la FED siga dovish quizá no sea suficiente.
Comenzar a frenar el QEIII es la decisión acertada para evitar el riesgo de burbujas financieras, en un mundo donde la velocidad de crecimiento de economía real y el princing de activos están desligadas. Sin embargo, el mandato de Bernankee como Chairman de la Reserva Federal termina el 31 de Enero del 2013 y su próxima y última conferencia de prensa será en el mes previo por lo que no veo terminando en el 2013 esta lluvia de dólares.
Andres Vilella Weiszen, Macro Finance
Maestría en Finanzas UTDT, 2013