La inversión socialmente responsable es una temática de inversión basada en criterios en los que la responsabilidad social de la empresa, con todo aquello que le rodea, es crítica a la hora de poder hacer la selección de los activos que entran dentro de las cestas de fondos. “Hoy hablamos de una temática de inversión minoritaria, que probablemente alcance algún nivel de penetración mayor al que tenemos, pero que de alguna manera no cala más allá de lo anecdótico, y de lo que temporalmente podemos situar como pequeñas modas, antes de que como verdaderamente un gran canal de inversión”, reconoce García Alejo.
Por qué la ISR cala menos en España
“Podríamos recurrir a topicazos, que tienen que ver mucho con la concepción de la ética, en lo que sería la sociedad española, y lo que explica en buena medida por qué estamos por debajo. Visto de otra manera, también podríamos decir que somos algo menos cínicos que el resto de europeos, en el sentido de que entendemos que los criterios para calificar como socialmente responsable una empresa pueden ser más artificiales que verdaderamente efectivos”, explica el director de Análisis y Gestión de Inversis Banco y continúa: “Desde el punto de vista de la estructura de la distinción de fondos, España es un país de fondos garantizados y de fondos muy conservadores. En ese sentido, la inversión internacional a partir de entidades socialmente responsables no es algo que esté en la cabeza de los inversores, ni de los grandes distribuidores bancarios o las antiguas cajas”.
Inversión Socialmente Responsable en 2014
“Si después de la crisis moral y ética que hemos vivido en los mercados el flujo hacia esta temática no ha sido mayor, creo que tenemos una respuesta muy importante de cómo puede ser su futuro. No va a ser negativo, podemos hablar de optimismo, pero va a seguir siendo marginal”, insiste el experto.
Inversión Socialmente Responsable y rentabilidad
“Toda la gente que nos presenta las grandes casas internacionales que tienen expertise en la gestión socialmente responsable nos indican que el hecho de poner a una compañía encima de la mesa con criterios socialmente responsables no perjudica la rentabilidad y que incluso en algunos casos presupone una mejora de la rentabilidad relativa respecto al resto de la categoría que es elegible. Aun así, lo que te demuestran los estudios de largo plazo es que el efecto es neutro. Es decir, por hacer una selección de valores socialmente responsables lo que tenemos es un universo algo más pequeño, lo cual nos restaría posibilidades, pero son compañías que de alguna manera son percibidas algo mejor por los inversores. Una cosa compensa a la otra”, concluye García Alejo.