Mirando con frialdad mis herramientas de análisis, la única conclusión posible es que la fase ascendente de este ciclo está herida de muerte.

La rotura definitiva durante la jornada de ayer de la línea horizontal situada en 1.697,73 es un acontecimiento de suma importancia. Si a eso añadimos que previamente el precio había detenido su ascenso exactamente en el objetivo de subida proporcionado en mis informes, que el indicador de momento anticipó la actual caída mediante una divergencia bajista con el precio y que el hasta ahora techo de la fase ascendente se marcó sólo un día antes de una vibración de Gann, todo eso unido se me antojan razones suficientes para aventurar que el techo de este ciclo ha quedado atrás.

Con todo, hay algo en la actual caída que me despierta recelos. Llámenlo intuición, pero todavía no descarto que vayamos a asistir a un rebote de cierto calado antes de que muera la fase ascendente del ciclo de 40 días. En lógica, ese rebote correspondería a la fase ascendente del ciclo de 10 días, cuyo esquivo suelo quedará certificado cuando veamos a su oscilador de confirmación superar la línea horizontal.

Otro elemento que me invita a pensar que todavía le queda algo de vida a la fase ascendente del ciclo de 40 días es el McClellan Oscillator, que permanece por encima del nivel cero. Eso sí, la pérdida de ese nivel constituiría un obstáculo insalvable para la fase ascendente del ciclo, que sin dura capitularía para dejar el paso franco a la fase descendente.

Permanezcan atentos.